Por error bloquean más de 80.000 sitios web en Estados Unidos

Para el bloqueo de un sitio web, las autoridades estadounidenses colocan un aviso en el mismo sitio en el que hacen mención a la multa y a otras prohibiciones.
Como parte de una campaña de control de la pornografía y la ilegalidad en la Red, las autoridades estadounidenses bloquearon los sitios, sin darse cuenta que uno de ellos alojaba a cerca de 84.000 más.

Para el bloqueo de un sitio web, las autoridades estadounidenses colocan un aviso en el mismo sitio en el que hacen mención a la multa y a otras prohibiciones.

La pornografía en Internet todavía mantiene prendidas las alarmas de los gobiernos de diferentes países. A finales de 2010, por ejemplo, se conocieron las cifras de sitios en la red que han sido bloqueados en China por esta causa y al parecer el número no se detiene.

Por estos días, en Estados Unidos se lleva a cabo una campaña de bloqueo a sitios web que distribuyen o tienen algo que ver con la pornografía, que se convirtió en una de las formas más utilizadas por los ciberatacantes para la transmisión de malware, y la falsificación de la propiedad intelectual. Según algunos medios (inglés), esta semana las autoridades estadounidenses bloquearon 18 sitios por acusaciones de venta de productos falsificados y hace 2 semanas, por ejemplo, cerraron el popular portal Rojadirecta.

Sin embargo, en torno al tema también hay noticias curiosas. Ayer, por ejemplo, en Estados Unidos el gobierno ordenó bloquear 10 páginas web por una supuesta distribución de pornografía infantil, que –por un error– terminó causando el cierre de un sitio que albergaba a 84.000 más en la Red.

La página web que se bloqueó erróneamente pertenece a un proveedor de acceso (Free DNS), por esto, los propietarios de los sitios bloqueados fueron quienes se llevaron la sorpresa cuando los vieron con un aviso que decía: “La publicidad, transporte, distribución, cobro y posesión de pornografía infantil constituye un delito federal que conlleva penas de hasta treinta años de prisión y multas de 250.000 dólares”.

De inmediato, el propietario del sitio que provee los accesos publicó un mensaje en el que afirmaba que su empresa “nunca había alojado este tipo de abusos y que estaban trabajando para remediar lo más rápidamente posible la situación”.

Pese a esto, por el masivo bloqueo, el cálculo para que el servicio se restablezca tardará cerca de 3 días. Sin embargo, desde el momento en que las autoridades se dieron cuenta de la falsa acusación de pornografía, el sitio fue desbloqueado y las páginas web poco a poco regresan al funcionamiento habitual.

Al igual que en España o en Venezuela, este tipo de hechos han generado rechazo por cientos de usuarios en Internet que consideran estos actos como una censura a los contenidos de la Red y más cuando no se calculan los daños o pérdidas que se generan con erróneos bloqueos. Una de las pretensiones de los gobiernos es ejercer un mayor control en Internet y la atención se centra en los sitios de pornografía y en las descargas ilegales.

Carlos Alberto Díaz

Carlos Alberto Díaz

En 2002, cuando terminaba mi bachillerato en el Colegio Militar Caldas, todos los caminos conducían a que mi futuro iba a estar en los batallones del Ejército. Sin embargo, reconozco que para estar en un combate en el monte se necesitan más cojones y, si me dan miedo los ratones, no me imagino cómo saldría a correr si se me apareciera uno de esos ‘roedores’ armados que vemos a diario por la televisión.

Años después me dejé llevar por mi pasión por la radio, las nuevas tecnologías y los medios de comunicación, y comencé a estudiar comunicación social y periodismo. En 2008 busqué mis prácticas en un buen medio y llegué a la Casa Editorial El Tiempo, en donde, un poco frustrado por no cubrir temas de tecnología que siempre me han fascinado, fui periodista en el área de Responsabilidad Social Empresarial y publicaba en medios como Portafolio, el diario Hoy, ADN, Citytv, Eltiempo.com y El Tiempo impreso.

A finales de 2009 ingresé a Portafolio.com.co y cubrí temas de economía, responsabilidad social y, por fin, tecnología. De esta última, para hablar y escribir tengo mucho, y espero que mis contenidos escritos y multimedia sean útiles para que aprendan y se informen sobre este apasionante universo.

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