¿Puede servir un pantallazo de WhatsApp como prueba legal?

Pantallazo de WhatsApp

Pantallazo de WhatsApp

WhatsApp es una de las aplicaciones de mensajería más utilizadas en nuestro país. Millones de conversaciones tienen lugar a través de la plataforma, con datos sensibles siendo compartidos a través de ella. Esto incluye, por ejemplo, temas personales, secretos corporativos e incluso pruebas de ilícitos o delitos mayores. Pero, pese a esto, el usuario común no entiende muy bien cómo se aplica la idea de ‘evidencia’ a información digital como es una captura de pantalla de WhatsApp. ¿Puede servir como prueba legal en un proceso?

Para ejemplificar esta situación les presentamos el siguiente caso: en medio de una situación típica de celos y machismo, ‘Patricia’ sufría de violencia intrafamiliar y era maltratada físicamente casi a diario por su esposo. Durante sus horas de trabajo, el hombre la amenazaba, por medio de mensajes de texto, en los cuales quedaba constancia de las agresiones y las lesiones que le causaba.

Para dejar constancia de estos mensajes, Patricia tomó pantallazos de WhatsApp y se los envió a una amiga. Un día, en medio de una pelea, el esposo le quitó el celular y la amenazó de muerte. El celular nunca volvió a aparecer y Patricia decidió instaurar una demanda en contra de él. Ella presentó los pantallazos como prueba judicial en un juzgado de familia en Tunja como parte de su proceso de divorcio, pero en medio del juicio, estas pruebas no fueron aceptadas.

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¿Por qué no puede ser aceptada una captura de pantalla? La razón es que el pantallazo de WhatsApp no es el documento original generado a través del servicio, sino una reproducción.

Andrés Guzmán Caballero, CEO de Adalid, empresa colombiana especializada en informática forense y seguridad de la información explica las diferencias:  “Colombia tiene una regulación acorde con el estándar mundial frente a la presentación en procesos judiciales de mensajes de datos, basado en la Ley Modelo de la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional – CNUDMI – sobre Comercio Electrónico que se adoptó con la ley 527 de 1999, y que de forma transversal se aplica a todas las jurisdicciones”.

Pero en el reciente fallo de tutela de la Honorable Corte Constitucional, se precisa “…reiteramos, que esa copia no es el documento electrónico original generado a través de la plataforma de mensajería, sino una simple reproducción de este (carente de metadatos), que por más que permita entrever la ocurrencia de aquellos sucesos invocados, no causa, per se, la necesaria convicción como para tener a estos por ocurridos”, afirma Guzmán Caballero.

Lo que esto significa, es que el pantallazo de WhatsApp, al no ser el mensaje digital, carece de elementos que le permiten ser clasificado como prueba. La característica principal que no tiene es ‘confiabilidad’, que se traduce en elementos que comprueben que el documento no ha sido alterado y que se trata del original. Al ser solo una reproducción, no es posible determinar cómo se envió, quién lo hizo, cómo se archivó y, más importante, que no haya sido modificado.

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Este último elemento es decisivo porque, como reitera Guzmán Caballero, es muy fácil adulterar mensajes o incluso crear nuevos. Por ejemplo,  el sitio fakewhats.com permite crear conversaciones falsas, abierto para que cualquier usuario pueda crear un ‘pantallazo falso’.

¿Si el pantallazo de WhatsApp en el caso de Patricia no sirve qué se puede hacer? Lo ideal es acudir a los servicios de un laboratorio de informática forense certificado que tenga la posibilidad de hacer toda la trazabilidad de los chats, y extraer y asegurar la información para esta sea válida como una prueba documental.

También es importante recordar a los usuarios de servicios como WhatsApp que la aplicación permite crear back ups de los mensajes y almacenarlos por fuera del teléfono, en una cuenta de Google, por ejemplo. Aunque estos archivos de conversación tienen que pasar por el mismo principio de ‘confiabilidad’, se trata de información que sí cuenta con metadatos, que permiten identificar los elementos de los que una captura de pantalla carece. Y, el usuario, puede cargar un respaldo en el momento en el que lo desee.

Imágenes: Loor.

Jeffrey Ramos González

Jeffrey Ramos González

Mi papá quería que fuera abogado o futbolista. Pero en vez de estudiar o salir a la cancha, me quedé en la casa viendo 'Dragon Ball Z', jugando 'Crash Bandicoot' y leyendo 'Harry Potter'. Así que ahora que toca ganarse la 'papita' me dedico a escribir de lo que sé y me gusta. Soy periodista graduado de la Javeriana, escritor de ficción. He publicado en El Tiempo, Mallpocket, entre otras revistas.

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