Los líderes del grupo de países G7 han anunciado conjuntamente un compromiso para luchar contra lo que describieron como el desafío global del ransomware. La declaración fue hecha por Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, el Reino Unido y los Estados Unidos, en la Cumbre del G7 en Cornwall, Inglaterra. Esto debido a una serie de ataques de ransomware de alto perfil ocurridos en las últimas semanas.
Tal es el problema que los líderes del G7 se han comprometido a combinar fuerzas para combatir este flagelo. Al respecto, el presidente Biden dijo “Hemos acordado que trabajaremos juntos para abordar las amenazas cibernéticas de actores estatales y no estatales como las redes criminales de ransomware; y responsabilizar a los países que albergan actores criminales de ransomware que no los responsabilizan”.
Considerando únicamente los ataques contra Colonial Pipeline y el procesador de carne JBS, los ciberdelincuentes han recibido más de $15 millones de dólares. Colonial pagó más de $4 millones de dólares en bitcoin y JBS $11 millones. Los pagos se realizan para poder rescatar la información “secuestrada”, recuperar su acceso y evitar que sea filtrada en internet.
La declaración conjunta publicada después de la Cumbre del G7 pide específicamente a Rusia que haga más cuando se trata de detener los ciberataques. Particularmente solicitan “identificar, interrumpir y exigir cuentas a quienes dentro de sus fronteras llevan a cabo ataques de ransomware, abusan de monedas virtuales para lavar rescates y otros crímenes cibernéticos”. Lo anterior, porque se sospecha que muchas de las bandas de ransomware más notorias operan fuera de Rusia y el consenso entre los expertos en ciberseguridad es que los ciberdelincuentes rusos pueden realizar sus operaciones, siempre que no tengan como objetivo a los rusos, informa el portal ZDNet.
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“La comunidad internacional, tanto los gobiernos como los actores del sector privado, deben trabajar juntos para garantizar que la infraestructura crítica sea resistente a esta amenaza; que se investigue y se enjuicie toda actividad cibernética malintencionada; que se fortalezcan las ciberdefensas colectivas y que los gobiernos aborden la actividad delictiva que tiene lugar dentro de sus fronteras”, menciona el comunicado. En Colombia, durante el 2020, 19% de las empresas aseguraron haber sido víctimas de estos ataques, de acuerdo con el reporte “The State of Ransomware 2021” de Sophos. Por lo tanto, el desafío es realmente global y no afecta únicamente a los países del G7. Todos los países y todas las empresas deben prepararse e invertir en ciberseguridad para evitar ser víctimas de este flagelo en el futuro.
Imagen: Katie White en Pixabay.