A lo largo de Europa se siguen tomando medidas para responder al escándalo que sacudió a la NSA. Luego de que Angela Merkel propusiera crear una red de comunicaciones para el continente y en Alemania el gobierno le dijera adiós a Verizon, en Rusia quieren proteger la información personal de sus ciudadanos, o al menos proteger esa información de gobiernos extranjeros. Según informa The Verge, una nueva ley que busca pedir a las compañías de internet mantener la información de sus usuarios dentro de las fronteras del país acaba de pasar en el parlamento Ruso.
Según miembros del parlamento, la medida está encaminada a proteger a los usuarios de internet, cuyos datos se guardan en Estados Unidos. Luego de las revelaciones sobre la NSA, parece un paso lógico para un país como Rusia, pero la ley también puede jugar de una forma negativa para las personas.
Hace algunos meses conocimos como Rusia quiere mantener mayor control sobre contenidos en la red y los blogs de sus ciudadanos, por lo cual esta nueva ley podría hacer más fácil la labor del gobierno para mantener registros de los usuarios de internet.
Según señalan expertos consultados por Reuters, esto sería un pretexto para bloquear redes sociales como Facebook y Twitter. La ley especifica que todas las compañías de internet que operen en el país deben abrir centros de datos para 2016, donde se espera que guarden la información personal sin que sea necesario usar lugares en otros países.
Imagen: Aphexlee (vía Flickr).
Durante el primer trimestre de 2014 y mediante subterfugios políticos, los aliados de Putin se hicieron con la compañía VK (red social rusa similar a Facebook) de Pavel Durov, para acceder a la información de los ciudadanos ucranianos que usaban el servicio, razón por la que el joven emprendedor se vio obligado a vender su parte de la compañía y huir de Rusia alegando la ilegalidad del procedimiento del gobierno de Putin sobre la compañía que había fundado. Tres meses más tarde las fuerzas pro-rusas parapeteadas en Donetsk derribaron un avión civil de pasajeros usando artillería pesada proporcionada por Rusia, y prueba de ello es que la aeronave fue hallada al noroeste de su última coordenada de vuelo registrada en radar; la única explicación para eso es un misil tierra-aire desde el sureste controlado por las milicias pro-rusas que hasta ese momento no disponían de armamento de ese calibre por lo que se suponía espacio aéreo seguro para los vuelos civiles. No es la primera vez que Rusia derriba un vuelo civil con fines políticos (recordar al Korean Air en 1983 que acabó con la vida de 2698 personas). Hoy ya sabemos que Rusia tomó Crimea con un plan pautado a punta de reloj y que pretende controlar toda Ucrania y quizás, invadir Europa, desplegando sus fuerzas por el mar del norte. Pese a todo hay gente, ignorante de estos temas, que insisten en calificar a Putin de héroe por la osadía de levantarse contra las naciones de Occidente. En lo personal me parece una actitud belicista sorpresiva que no se esperaba de una país que hacía gala de evolucionar hacia una sociedad abierta y respetuosa de los derechos humanos; en tan sólo 1 año Rusia retrocedió en todos los aspectos políticos y libertarios ganados desde la guerra fría. Mientras tanto el Estado Islámico controla amplias zonas de Siria e Irak para establecer un califato que pretende destruir toda otra forma de creencia civilizada y todo tesoro antiguo de la Humanidad a punta del fanatismo religioso. Putin no pudo escoger peor época para su aventura conquistadora y toda la Humanidad terminará pagando el precio de su arrojo.
Durante el primer trimestre de 2014 y mediante subterfugios políticos, los aliados de Putin se hicieron con la compañía VK (red social rusa similar a Facebook) de Pavel Durov, para acceder a la información de los ciudadanos ucranianos que usaban el servicio, razón por la que el joven emprendedor se vio obligado a vender su parte de la compañía y huir de Rusia alegando la ilegalidad del procedimiento del gobierno de Putin sobre la compañía que había fundado. Tres meses más tarde las fuerzas pro-rusas parapeteadas en Donetsk derribaron un avión civil de pasajeros usando artillería pesada proporcionada por Rusia, y prueba de ello es que la aeronave fue hallada al noroeste de su última coordenada de vuelo registrada en radar; la única explicación para eso es un misil tierra-aire desde el sureste controlado por las milicias pro-rusas que hasta ese momento no disponían de armamento de ese calibre por lo que se suponía espacio aéreo seguro para los vuelos civiles. No es la primera vez que Rusia derriba un vuelo civil con fines políticos (recordar al Korean Air en 1983 que acabó con la vida de 269 personas). Hoy ya sabemos que Rusia tomó Crimea con un plan pautado a punta de reloj y que pretende controlar toda Ucrania y quizás, invadir Europa, desplegando sus fuerzas por el mar del norte. Pese a todo hay gente, ignorante de estos temas, que insisten en calificar a Putin de héroe por la osadía de levantarse contra las naciones de Occidente. En lo personal me parece una actitud belicista sorpresiva que no se esperaba de una país que hacía gala de evolucionar hacia una sociedad abierta y respetuosa de los derechos humanos; en tan sólo 1 año Rusia retrocedió en todos los aspectos políticos y libertarios ganados desde la guerra fría. Mientras tanto el Estado Islámico controla amplias zonas de Siria e Irak para establecer un califato que pretende destruir toda otra forma de creencia civilizada y todo tesoro antiguo de la Humanidad a punta del fanatismo religioso. Putin no pudo escoger peor época para su aventura conquistadora y toda la Humanidad terminará pagando el precio de su arrojo.