Según The Verge, SnapChat llegó a un acuerdo con la Federal Trade Comission, el regulador de comercio estadounidense, sobre la acusación de que engaña a sus usuarios con la promesa de desaparecer los mensajes. La afirmación de que los mensajes enviados a través de la aplicación se desvanecerían permanentemente después de haber sido vistos era un engaño, dijo la FTC.
En la queja, la comisión anuncia una variedad de formas en las que las imágenes pueden ser capturadas y guardadas indefinidamente, incluyendo el anticuado método de captura de pantalla u otras aplicaciones que se pueden interceptar en el servicio de SnapChat.
La denuncia también acusa a SnapChat de embaucar a los usuarios con la cantidad de datos personales que la compañía recoge. Por ejemplo, en Android, la aplicación recolecta la ubicación del usuario sin permiso. Peor aún, SnapChat -dice la entidad- realiza un trabajo deficiente guardando la información. La FTC señala la filtración masiva de nombres de usuario y números de teléfonos como una evidencia de eso. “La exposición de esta información podría haber conducido a spam, phishing u otro tipo de comunicación no solicitada” dijo la comisión.
El acuerdo prohibiría para siempre a SnapChat “tergiversar el alcance en el que mantiene la seguridad, la privacidad o la confidencialidad de la información de los usuarios”. En un futuro, SnapChat tendrá que lanzar un programa de privacidad que será monitoreado por los próximos 20 años.
Dándole un poco de crédito a la aplicación, SnapChat ya ha resuelto la mayoría de las quejas de la FTC a través de actualizaciones en la política de privacidad y realizando mejoras en la aplicación. Aun así, la compañía admite que todavía falta mucho más trabajo para hacer. “Estamos consagrados a promover la privacidad de los usuarios y otorgarles el control sobre cómo y con quién se pueden comunicar”, dijo SnapChat en su blog. “Eso es algo que siempre nos tomaremos muy seriamente“.
Imagen: ryan.nagelmann (vía Flikcr)