Apple será investigada de manera oficial en la Unión Europea, tras una denuncia impuesta por Spotify. En ella, el servicio de distribución de música en streaming acusa a la compañía de la manzana de usar su tienda de aplicaciones para “reprimir la innovación y limitar la elección del consumidor a favor de su propio servicio, Apple Music”.
La información fue publicada por el portal Financial Times y reproducida por varios medios, como The Verge. A la denuncia, interpuesta el pasado mes de marzo, Apple respondió que “sus políticas son justas”; la empresa, de hecho, señala a Spotify de estar motivado por “la necesidad de reforzar los resultados financieros”, afirma un texto publicado por el New York Times.
“En un comunicado publicado en su sitio web, Apple dijo que Spotify no fue tratado de manera diferente a los millones de otros desarrolladores que usan la App Store”, reproduce el portal del diario estadounidense.
Las molestias de Spotify
El CEO de Spotify, Daniel Ek, afirmó que el 30% que deben pagar los desarrolladores de aplicaciones por vendes sur productos a través de App Store obliga a los competidores a aumentar el precio de sus productos y servicios. De hecho, según información de Reuters, los planes de Spotify eran ofrecer su servicio premium en el mercado europeo por un valor de 9,99 euros, pero dada la política de la App Store, el precio es de 12,99 euros. El ejecutivo añade que Apple bloquea las mejoras de su plataforma relacionadas con Siri, HomePod y Apple Watch, registra The Verge.
Representantes de Spotify, amplía Reuters, también compararon las dinámicas de la tienda de aplicaciones de Apple con las de la tienda de Google: “Según las reglas de la tienda de aplicaciones, las aplicaciones basadas en contenido no podían incluir botones o enlaces externos a páginas con información de producción, descuentos o promociones y dificultades para solucionar errores. Tales restricciones no se aplican a los teléfonos Android”.
Spotify, a la caza de usuarios piratas.
El portal Mac Rumors recuerda que la Unión Europea puede obligar a las empresas a cambiar las prácticas comerciales que consideren ilegales e imponer multas de hasta el 10 por ciento de su facturación global; sin embargo, las investigaciones de la Comisión Europea pueden tardar años en resolverse.
