Después de la revolución tecnológica causada por internet y la computación personal (esta última cumplió su aniversario número 40 el pasado 10 de junio), es usual que nos refiramos a las acciones comunes que estas tecnologías transformaron, especialmente internet. ¿Por qué? Porque internet cambió la forma como nos comunicamos, compramos y consumimos productos y servicios que tradicionalmente pertenecieron al mundo análogo.
De allí que diferentes medios de comunicación y blogs dediquen algunas líneas a analizar los principales aspectos de nuestra vida que se agilizaron u optimizaron a partir de internet. O incluso que desaparecieron, como lo veremos más adelante. Para nosotros, estas son las cuatro principales cosas que internet modificó.
Las comunicaciones
Desde la telefonía fija, pasando por la telefonía móvil y la conectividad en general, inicialmente desde equipos de cómputo de escritorio, y luego desde dispositivos portátiles o móviles, es indiscutible la incidencia de internet en estas áreas.
En la actualidad, son cada vez más los usuarios que desisten de los servicios de telefonía fija en sus casas, debido a que las aplicaciones de mensajería en sus celulares y ‘los datos’ disponibles ahí mismo para hacer llamadas (o videollamadas) por WhatsApp, Line o incluso Skype o FaceTime, les permiten ahorrar dinero e igual comunicarse con sus seres queridos. Lo que quiere decir que el teléfono familiar, ubicado generalmente en la entrada de la casa, el hall principal o el recibidor, tiende a desaparecer.
En lo que respecta a telefonía móvil, es sabido que los índices de penetración en Colombia se han incrementado en los últimos años: a término del primer semestre de 2016, el número de abonados en servicio de telefonía móvil en Colombia alcanzó un total de 57.292.621, y se dio un índice de penetración del 117,5%, presentando un aumento de un punto porcentual en relación con el índice de penetración del mismo trimestre del año anterior, el cual se ubicó en 116,5%.
¿A qué nos lleva esto?
De este panorama creciente se pueden inferir varias cosas. La primera es que resulta mucho más sencillo ahora comunicarse con familiares, amigos o compañeros de trabajo, porque portar un celular nos hace fácilmente ubicables o incluso predecibles. De esta forma, la práctica común de ‘dejar una razón o un mensaje’ resulta innecesaria, teniendo en cuenta que ahora se puede recurrir al buzón de voz o al chat de WhatsApp. Ahora bien ¿cuántas cabinas telefónicas se encuentran hoy en día en la calle? Muy pocas, porque similar a lo anterior, es más fácil recargar minutos y datos en nuestro celular, o suscribirse a un plan fijo mensual que te brinde ambos servicios por un precio más competitivo.
Más cosas que tienden a desaparecer
¿Y qué pasó con los famosos ‘cafés internet’? No podemos decir que han desaparecido del todo, ya que aún existen personas que no cuentan con una conexión a internet en sus casas y usan este tipo de lugares para poder realizar sus diligencias digitales. Sin embargo, estos espacios escasean y con el tiempo puede sucederles lo mismo que al teléfono fijo de nuestras casas.
Por otro lado, no podemos abandonar este argumento sin hablar del correo electrónico y cómo esta tecnología, que depende totalmente de internet, transformó hábitos comunes como el envío de fax y la mensajería física. Más allá del ahorro de costos que puede significar no tener que recurrir a un fax para enviar un documento, está la posibilidad de que todas las personas -sin importar la ciudad o el país en donde se encuentren- puedan recibir mensajes, cartas, documentos, fotos, videos, entre otros materiales, en una bandeja propia de correo.
¿Deseas conocer cómo obtener un servicio de correo electrónico? Lee esta nota.
Si a esta opción le sumamos las tendencias en materia de gestión documental que se tomaron nuestros hogares y empresas, como la cultura ‘cero papel’; el escaneo de archivos y documentos (para evitar las fotocopias y las impresiones), y actualmente la factura electrónica, estamos ante una época sin precedentes en la cual la tecnología se concentra en aportarnos inmediatez, agilidad y ubicuidad, de la mano de internet.
Las compras
Nunca antes había sido tan sencillo hacer mercado, pedir un domicilio o reservar una entrada para un evento. Cualquiera de estas acciones implica un intercambio de dinero y por esto son compras; pero lo novedoso ahora es que se pueden hacer por internet y esto significa para los usuarios ahorro de tiempo, y en algunos casos, ahorro de dinero.
Según Nielsen, así como el móvil ha transformado la forma de comunicarse con los demás, también ha modificado el comercio y la banca en el mundo. Gracias a la conectividad móvil se ha logrado la inclusión financiera de 2 billones de consumidores ‘no bancarizados’ del planeta. Y se estima que el crecimiento en el acceso a los pagos electrónicos llevará a un consumo adicional de 10 trillones de dólares en la próxima década.
Lo anterior, en relación con el acceso a las compras en línea a nivel mundial. En lo que respecta a qué compran los colombianos, las opciones ahora son muchas y muy diversas. Las categorías que mostraron mayor relevancia en el Tercer Estudio de Transacciones No Presenciales de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE), realizado en 2016, fueron: gobierno (18%), financiero (17%), tecnología y comunicaciones (15%), transporte (12%), comercio (9%), educación (6%), servicios públicos y tv por cable (4%), salud y belleza (2%), entretenimiento (2%), vivienda (2%) y servicios empresariales (1%).
La búsqueda de información
Otro aspecto que cambió con los altos niveles de penetración de internet fue la búsqueda de información. Atrás quedaron los días en los cuales necesitábamos una enciclopedia para hallar el significado de una palabra o conocer el funcionamiento de un mecanismo. Hoy en día, herramientas como Wikipedia y YouTube nos permiten encontrar las respuestas a prácticamente todo lo existente.
Así las cosas, en la actualidad nos enfrentamos -más que a la ausencia de información- al exceso de información, lo que nos lleva a asumir un nuevo rol: el de filtrar los contenidos disponibles en la Web, para poder identificar las fuentes más confiables y no ser víctimas de la desinformación o las noticias falsas.
Otro de los roles más discutidos en la actualidad, especialmente por los sociólogos y filósofos como Marshall McLuhan, es el del ‘Prosumidor’ (o Prosumer). Un prosumidor es aquella persona que no se limita a consumir información, sino también a producirla. La existencia de blogs, canales personalizados en YouTube, sitios web particulares, entre otros, nos ubican a la mayoría en la posición de un prosumidor.
La educación
Se podría decir que esta transformación se deriva de la anterior. Sin embargo, aquí ahondaremos en la posibilidad que hoy tienen muchos de estudiar o capacitarse por Internet. Esta tecnología democratizó la educación y nos permite hablar ahora de educación a distancia, educación virtual (o e-learning) y MOOC (o Massive Open Online Courses).
Según la revista Forbes, los cursos en línea poco a poco se están convirtiendo en un requisito indispensable dentro de los currículos o las hojas de vida de los profesionales de hoy, independientemente de si son reconocidos por una institución de educación superior. Sitios como Coursera alcanzan la cifra de más de medio millón de usuarios registrados en Colombia.
La demanda de contenidos
Alquilar una película ¿recuerdan esta acción? Hoy en día esto ya no se hace porque un número considerable de personas tiene acceso a plataformas de streaming de video como Netflix o QubitTV. Y descargar una canción ¿quién se atreve todavía? Nos lanzamos a decir que muy pocos debido a la posibilidad de suscribirnos a un servicio de streaming de música como Spotify o Apple Music.
Estos son tan solo dos ejemplos de cómo ha variado la demanda de contenidos a partir de internet; lo cual no solo ha transformado nuestros hábitos de consumo, sino también a numerosas industrias como la música, el cine y la televisión.
De hecho, Netflix publicó recientemente cifras sobre su avance y crecimiento en el primer trimestre del año 2017, que indican que la compañía agregó 5,2 millones de nuevos suscriptores a su servicio durante este tiempo. De esta cifra, 1,42 millones corresponden a nuevos usuarios en Estados Unidos y 3,53 millones en el resto del mundo. En resumen, la compañía se acerca ya a los 100 millones de suscriptores a nivel mundial.
Imágenes: Pexels
Que error para @enterco aliarse con @micomco pues dan a sus usuarios una imagen falsa de respaldo, seriedad, oportunidad en sus servicios y en su atención. @micomco tiene problemas en sus servidores los cuales hacen que las bases de datos de los hosting se caigan, se encuentra reportados como spam en los servidores de claro, tienen mala y demorada atención en el soporte (casi 8 horas), y en fin todo un error de alianza estratégica para el empresario colombiano