Las máquinas y las cosas están aprendiendo a ‘hablar’ entre sí

internet de las cosas
El internet de las cosas va a cambiar muchas cosas en los procesos productivos

internet de las cosas
El internet de las cosas va a cambiar muchas cosas en los procesos productivos

Se ha vuelto un discurso frecuente: ‘big data’, internet de las cosas, analíticas y todo eso. Pero, más allá del ruido, ese conjunto de tecnologías tiene el potencial de cambiar muchas cosas en la forma en la que se producen y se consumen toda clase de productos y servicios.

Todo parte de que, gracias a la masificación de los smartphones, la capacidad para producir sensores económicos creció exponencialmente. Desde los cascos de realidad virtual hasta los automóviles, casi todos los dispositivos contemporáneos están llenos de pequeñas piezas electrónicas que convierten en datos toda clase de información proveniente del mundo exterior: movimiento, luz, temperatura, etc. 

Pero los sensores, por sí mismos, no sirven para mucho. Necesitan poder enviar la información a donde pueda ser almacenada y procesada. Ahí entra en juego el internet de las cosas. Según Gartner, una firma de investigación de mercados, en 2020 se triplicará el número de ‘cosas’ conectadas con respecto a 2016, pues pasará de 6.392 a 20.797 millones de unidades. Eso requiere de nueva infraestructura y estándares de conectividad, y de hecho ese es uno de los retos de 5G

Poder procesar toda esa información permite hacer cosas que, hasta ahora, eran imposibles de hacer. Como explica Luis César Verdi, jefe de servicio al consumidor (Chief Consumer Officer) para Latinoamérica de SAP, “más allá que conectar las cosas, se trata de conectarlas de manera inteligente. entonces por ejemplo si una máquina tiene problema y es parte de un proceso productivo, esa misma maquina por tener software le comunica a las anteriores que necesita parar”.

¿Qué ventajas tiene eso? Aquí entra a jugar el ‘big data’. Entre más datos se recogen, mejores predicciones se pueden hacer. Con los datos es posible crear “los modelos matemáticos para hacer simulación y previsión lo de que va a pasar”, explica Verdi. La predicción puede mejorar los modelos de negocio y maximizar las eficiencias de la operación. Una máquina que cree datos sobre “el consumo de energía, de agua, el volumen de producción, y otras cosas al respecto de su propio funcionamiento”, puede mejorar su productividad o emitir alertas de mantenimiento preventivo, por ejemplo.

Más allá de eso, la combinación de estos desarrollos tecnológicos puede llevar a algunos negocios a cambiar su forma de operación o de monetización. Verdi cita un caso de una compañía de tractores y equipos agrícolas que “está abriendo una nueva unidad de negocios, que en vez de vender su equipamiento comenzó a vender horas de tiempo cosechado. Se convierte de un fabricante a un prestador de servicios”.

Esa transformación, al final del día, va a ser la llave que abra la puerta a muchos negocios para adaptarse a las nuevas tendencias de la demanda. Como dice Verdi, “estamos en una sociedad que pasó de consumir productos a consumir servicios. En el futuro no vamos a comprar mas coches, vamos a alquilar el servicio de coche para ir a la playa durante el fin de semana, o Uber para tener el transporte de un sitio a otro”.

Imagen: chombosan (vía Shutterstock).

boton (1)

José Luis Peñarredonda

José Luis Peñarredonda

Un día me preguntaron sobre mis intereses y no supe por dónde empezar. Decidí entonces ponerlos en orden y dibujé un diagrama de Venn para agruparlos a todos: Internet, cine, periodismo, literatura, narración, música, ciencia, fotografía, diseño, política, escritura, filosofía, creatividad... Me di cuenta de que en toda la mitad de ese diagrama, en el punto en el que todos estos círculos confluyen, está la tecnología. Eso me llevó a ENTER.CO. Estudié Periodismo y Filosofía en la U. del Rosario. PGP: http://bit.ly/1Us3JoT

View all posts

Archivos