El gobierno acaba de aprobar el Conpes de Inteligencia Artificial, una política pública que busca regular e impulsar el desarrollo de esta tecnología en el país. Con un presupuesto de 479.000 millones de pesos, el gobierno promete fortalecer la infraestructura, la formación de talento y la investigación en IA. Sin embargo, la gran pregunta es si este plan será suficiente para cerrar las brechas tecnológicas o si quedará como otra estrategia ambiciosa sin resultados reales.
El país tiene un rezago evidente en transformación digital. Si bien el gobierno apuesta por hacer de la IA un motor de desarrollo, su éxito dependerá de su implementación efectiva. La falta de conectividad en muchas regiones, la escasez de expertos en tecnología y la lenta adopción de herramientas digitales en el sector público ponen en duda que este plan pueda materializarse en el corto plazo.
Uno de los objetivos principales de la política es garantizar un desarrollo ético de la IA. Se habla de evitar sesgos y proteger los derechos de los ciudadanos, pero el país no cuenta con una entidad con la capacidad técnica y operativa para regular estos sistemas. Sin vigilancia efectiva, existe el riesgo de que la IA se convierta en una herramienta para profundizar desigualdades en lugar de reducirlas.
¡Otro gran avance de país! Fue aprobado el CONPES de #InteligenciaArtificial, una política pública que hace realidad la apropiación de esta tecnología por el desarrollo y la sostenibilidad. En este hilo les contamos más detalles🧵. pic.twitter.com/FzM3n0Yety
— Ministerio TIC (@Ministerio_TIC) February 15, 2025
Te puede interesar: ¿Qué es inteligencia artificial y cómo aplicarla en mi trabajo? 10 cursos de Google gratis que te ayudarán
Para las empresas, el Conpes representa tanto oportunidades como desafíos. La automatización permitirá optimizar procesos y reducir costos, pero también desplazará empleos en sectores clave. Si no hay planes de reentrenamiento y adaptación laboral, miles de trabajadores podrían quedar fuera del mercado. La IA no solo debe beneficiar a las grandes compañías, sino también a pequeños y medianos negocios que aún enfrentan dificultades para digitalizarse.
Los desarrolladores de software encontrarán un entorno más favorable para la innovación, con incentivos para la investigación y el acceso a infraestructura tecnológica. Sin embargo, sin un ecosistema sólido que retenga el talento, Colombia seguirá perdiendo a sus mejores profesionales en IA, que buscarán mejores oportunidades en el extranjero. La fuga de cerebros sigue siendo un problema que esta política no resuelve.
Para los ciudadanos, el impacto no será inmediato. Aunque la IA ya está presente en sectores como salud, educación y seguridad, su implementación a gran escala tomará tiempo. Además, sin una alfabetización digital adecuada, la mayoría de los colombianos podrían quedar excluidos de los beneficios de esta tecnología, generando nuevas formas de exclusión social.
Te puede interesar: Chile presenta Latam GPT, el modelo de inteligencia artificial latinoamericano y abierto; estaría listo en junio
El gobierno ha planteado metas ambiciosas, pero la ejecución será el verdadero desafío. Colombia necesita pasar de los discursos a la acción, asegurando que la IA no sea solo un privilegio de grandes corporaciones, sino una herramienta accesible para toda la sociedad. La clave estará en la supervisión efectiva, la inclusión digital y la preparación del mercado laboral para esta nueva era.
El Conpes de IA es un paso en la dirección correcta, pero no garantiza el éxito por sí solo. Sin inversión continua, sin mecanismos de control claros y sin estrategias para reducir la brecha digital, la inteligencia artificial podría convertirse en una promesa incumplida más. El país tiene la oportunidad de liderar la región en esta materia, pero el tiempo dirá si realmente lo logrará.
Imagen de referencia generada con IA/GEMINI