El británico Geoffrey Hinton y el estadounidense John Hopfield recibirán el Premio Nobel de Física 2024, por hacer que “las máquinas aprendan” y sentar las bases de la IA. Sin embargo Hinton, considerado ´padrino de la IA´, guarda temores por el desarrollo de su invento.
La Real Academia Sueca de las Ciencias ha anunciado el premio Nobel de Física 2024 para quienes considera, han sentado las bases para que “las máquinas aprendan”, aspecto clave para el desarrollo de la inteligencia artificial.
Ellos son los profesores John Hopfield y Geoffrey Hinton, galardonados en esta especialidad del Nobel, por sus “descubrimientos e invenciones” estimados por el jurado como “fundamentales para el aprendizaje automático con redes neuronales artificiales”.
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Como es tradición, el secretario general de la organización, Hans Ellegren, leyó los nombres de los científicos desde Estocolmo (Suecia), con previa argumentación de la designación.
“El aprendizaje es una capacidad fascinante del cerebro humano”, argumentó Ellen Moons, presidenta del Comité Nobel de Física.
“Nosotros podemos reconocer imágenes y asociarlas con memorias y experiencias pasadas. Billones de neuronas que están conectadas entre sí nos dan una capacidad cognitiva única. Las redes neuronales artificiales (desarrolladas por los premiados) están inspiradas en las redes neuronales de nuestro cerebro”, prosiguió.
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También sostuvo que el trabajo de los premiados no solo ha permitido avances en la astrofísica o el estudio de las partículas, sino que ya es “nuestra vida cotidiana”, a través de tecnologías como “el reconocimiento facial y la traducción de lenguajes”.
“Estoy estupefacto. No tenía idea de que esto sucedería”, declaró Geoffrey Hinton, a quien se ha apodado como “el padrino” de la inteligencia artificial.
Hinton, profesor en la Universidad de Toronto (Canadá), desarrolló un método que permite a una máquina encontrar propiedades en los datos de forma autónoma. Por ende, realizar tareas como identificar elementos específicos en imágenes.
Por su parte Hopfield, profesor en la Universidad de Princeton (Estados Unidos), creó una memoria asociativa en 1982, la cual podía almacenar y reconstruir imágenes y otros tipos de patrones en los datos.
Implementando estos conceptos y métodos fundamentales de la física, los científicos desarrollaron tecnologías que utilizan estructuras en redes para procesar información. Algunas de esas estructuras ya se utilizan a diario.
La investigación de Hinton abrió la senda para sistemas de inteligencia artificial como ChatGPT. La Academia aseveró que los estudios de Hopfield y Hinton pueden “ayudar a los seres humanos a tomar decisiones más rápidas y confiables a la hora de diagnosticar enfermedades”.
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No obstante, también aceptó que este desarrollo abre puertas a situaciones peligrosas y riesgosas. Cabe notar que Hinton, en 2023 renunció a su puesto como asesor de Google alertando sobre los riesgos que implicaba el avance acelerado de la inteligencia artificial.
“No tenemos experiencia sobre lo que es tener cosas más inteligentes que nosotros. Va a ser maravilloso en muchos aspectos, en áreas como la atención médica”, aseveró, pero acto seguido indicó que “también tenemos que preocuparnos por una serie de posibles consecuencias negativas. En particular, la amenaza de que estas cosas se salgan de control”, declaró en la conferencia de prensa.
“Mi suposición es que, dentro de cinco o 20 años, habrá una probabilidad del 50% de que tengamos que afrontar el problema de que la inteligencia artificial intente tomar el control de nuestras vidas”, concluyó.
Imagen: Collision Conf