En su último libro Nexus, Harari describe cómo las redes de información han evolucionado para otorgar poder al ser humano, consolidándolo como especie dominante mediante herramientas que facilitan su vida. No obstante, el desarrollo de la inteligencia artificial, iniciado en 1956 en la Universidad de Dartmouth, ha introducido una tecnología que, aunque creada por el ser humano, supera en muchos casos sus propias capacidades. Esto ha transformado el paradigma de generación y captura de valor en las empresas, de manera similar a lo que ocurrió en cada revolución industrial y tecnológica.
Este nuevo paradigma plantea una pregunta crucial: ¿cómo se adaptarán empresas e individuos para sobrevivir en un mundo dominado por la inteligencia artificial? Según la teoría darwiniana, no necesariamente sobrevive el más fuerte, el más antiguo o el que posee mayores recursos, sino aquel que mejor se adapta.
Adaptarse al uso de tecnologías emergentes, como la IA generativa, exige que tanto personas como organizaciones integren estas habilidades en su “know-how” organizacional, poniendo especial énfasis en conceptos de aprendizaje continuo, como el upskilling y el reskilling. Esto es fundamental en un contexto en el que el estado del arte evoluciona rápidamente, dificultando la permanencia en la vanguardia tecnológica.
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La IA generativa nos invita a replantearnos conceptos de talento y desempeño, así como las formas en que generamos valor a nivel individual en un entorno tecnológico 4.0. Al mismo tiempo, permite experimentar logros tempranos mediante esfuerzos de prueba y aprendizaje relativamente bajos, elevando así nuestro talento, experiencia y rendimiento a un nuevo nivel.
Sin duda, aprender sobre IA e IA generativa será tan esencial como dominar herramientas ofimáticas; se convertirá en una competencia fundamental dentro del ecosistema empresarial y en ámbitos de innovación y competitividad a nivel regional e internacional.
Incluso, el uso de IA generativa está transformando nuestro proceso de aprendizaje: nos proporciona un tutor constante, facilita el acceso a ejemplos y permite materializar proyectos donde aplicar los conceptos teóricos adquiridos.
En la clase de Tendencias Tecnológicas de la Maestría en Analítica y Transformación Digital, por ejemplo, se emplea una metodología de ingeniería de prompts y vigilancia tecnológica, que permite elaborar reportes de tendencias tecnológicas hasta diez veces más rápido que con métodos tradicionales.
Algunos casos de uso adicionales de la IA generativa incluyen análisis avanzados de datos, generación de textos como reportes o informes, y agentes de IA capaces de realizar análisis de datos o generar llamadas conversacionales. Esto sugiere que la adopción de estas tecnologías, y de aquellas que surjan a partir de futuras investigaciones, tiene el potencial de generar valor mediante la optimización de procesos y la transformación de propuestas de valor, asegurando su relevancia en un entorno competitivo. La consultora Gartner refleja este planteamiento en su radar de implementación de IA, donde distingue entre casos de uso diario (Everyday AI) y aquellos que transforman radicalmente el negocio (Gamechanging AI).
Una pregunta recurrente en el ámbito empresarial actual es: ¿por dónde empezar con esta tecnología? Aunque no existe una respuesta única, se observan algunos patrones comunes en las organizaciones que logran generar valor mediante la IA.
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Uno de los principales desafíos, que podríamos llamar la paradoja de la innovación, es que las organizaciones innovan en función de su experiencia y “know-how”. Por ello, si en una organización nadie tiene conocimientos sobre IA, será difícil extraer valor de esta tecnología.
La capacitación, el desarrollo, el entrenamiento y el patrocinio de programas educativos en IA, tecnologías y analítica generan capacidades críticas dentro de la organización.
Para ello, programas como la Maestría en Gerencia de la Innovación Empresarial, la Maestría en Gerencia Ambiental y Eco-innovación, y la Especialización en Innovación y Desarrollo de Negocios del Externado de Colombia proporcionan una sólida base de conocimientos y habilidades para aquellos profesionales que buscan integrar la innovación tecnológica en sus estrategias organizacionales.
Estos programas no solo abordan la importancia de la innovación, sino que también exploran cómo integrar tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, para mejorar la competitividad y sostenibilidad de las empresas.
En segundo lugar, los conocimientos adquiridos deben materializarse en proyectos que permitan experimentar y aprender de la tecnología, aumentando así el “retorno de la inteligencia” (ROI) de la organización. Estos proyectos deben estar alineados con la estrategia organizacional para demostrar una contribución real a la sostenibilidad empresarial.
En tercer lugar, y en paralelo a estas dos prácticas, las organizaciones buscan expandir sus capacidades. Por ejemplo, una empresa con un proyecto complejo en IA puede colaborar con universidades que cuenten con investigadores, profesores y académicos en el campo, ampliando así el potencial y el alcance de sus proyectos.
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En conclusión, el avance de la inteligencia artificial y la IA generativa representa una transformación profunda que afecta tanto a nivel individual como organizacional. Adaptarse y aprovechar estas tecnologías no es solo una cuestión de innovación, sino de supervivencia en un entorno cada vez más competitivo y cambiante.
La capacidad de adaptación, combinada con una estrategia de aprendizaje continuo y alianzas estratégicas, se convertirá en el factor diferenciador para aquellas organizaciones e individuos que busquen mantenerse relevantes y liderar en esta nueva era tecnológica.
La IA no solo redefine lo que hacemos, sino cómo pensamos y cómo proyectamos el futuro.
