La inteligencia artificial (IA) está revolucionando numerosos campos, uno de ellos es la educación primaria y secundaria. Por ejemplo, antes los docentes se encargaban de enseñar a través de un aula, utilizando libros o materiales didácticos, ahora el conocimiento es adaptable y personalizado.
Desde Genuine Digital School, uno de los colegios virtuales más importante de Estados Unidos, aseguran que el uso de la IA es beneficioso para la educación de los niños. Lina María Ramírez, Cofundadora y directora académica y de producto asegura que: “la educación de nuestros niños es primordial y la inteligencia artificial es una herramienta muy valiosa para que podamos enfrentar los nuevos desafíos y cambios”.
Desde la institución afirmaron que el uso de la IA trae seis beneficios puntuales a los estudiantes:
Personalización del aprendizaje: la IA permite adaptar el proceso de enseñanza a las necesidades de cada estudiante y entender los diferentes tipos de inteligencia de cada uno. Gracias a esto, se logra diseñar clases más personalizadas donde un mismo tema pueda ser explicado de diferentes maneras, teniendo en cuenta los puntos fuertes y débiles del estudiante.
Identificación temprana de dificultades: La IA puede detectar patrones en el desempeño de los estudiantes y problemas o dificultades de aprendizaje. Esto le permite a los docentes intervenir temprano y brindar apoyo adicional para garantizar el éxito académico.
Retroalimentación constante: La IA puede proporcionar retroalimentación constante a los estudiantes en tiempo real, ayudándoles a corregir errores y mejorar su aprendizaje.
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Mayor accesibilidad:
La IA puede ayudar a los estudiantes con discapacidades o necesidades especiales a acceder a la educación de manera más efectiva, mediante herramientas y recursos personalizados para comprender más.
Mejora de la eficiencia: La IA puede automatizar muchas tareas administrativas en el aula, lo que permite que los maestros dediquen más tiempo a enseñar y apoyar a los estudiantes.
Aprendizaje continuo: La inteligencia artificial puede seguir el progreso de los estudiantes a lo largo del tiempo, proporcionando una imagen clara de su crecimiento y desarrollo a lo largo del tiempo.
“El problema no es la IA, sino cómo los docentes debemos saber formular preguntas y retos para que no puedan ser contestadas por herramientas digitales y tecnológicas, sino pensadas y analizadas por nuestros estudiantes”, concluyó Lina María.
Imagen: Genuine Digital School