OpenAI presentó A-SWE (Agentic Software Engineer), una nueva plataforma de inteligencia artificial pensada para apoyar el trabajo de los desarrolladores, no solo con sugerencias de código, sino asumiendo tareas concretas del proceso de desarrollo. Puede escribir funciones, realizar pruebas, corregir errores y documentar el trabajo sin que alguien tenga que indicarle cada paso.
Durante una reciente presentación, Sarah Friar, directora financiera de OpenAI, explicó que esta tecnología está diseñada para resolver aquellas tareas que los equipos suelen dejar en segundo plano, como las pruebas de calidad o la documentación técnica. Con estas tareas automatizadas, los desarrolladores pueden centrarse en decisiones clave y planificación de producto.
El objetivo no es reemplazar a los ingenieros, sino cambiar su rol. En lugar de dedicar tiempo a tareas repetitivas, ahora podrán enfocarse en lo creativo, en lo estratégico y en la supervisión general de sus proyectos.
¿Cómo funciona A-SWE?
La plataforma funciona por etapas, de forma clara y estructurada. Primero identifica qué agente está disponible para trabajar, luego analiza qué habilidades necesita para cumplir la tarea, coordina con los desarrolladores y ejecuta lo que se requiere. Al final, revisa lo que ha hecho y verifica que cumpla con los estándares definidos.
Todo este proceso se adapta a distintos lenguajes y marcos de programación. Además, funciona en entornos variados, desde sistemas locales hasta plataformas en la nube, lo que la hace versátil para diferentes tipos de equipos y empresas.
Una de sus ventajas más destacadas es que A-SWE es de código abierto, lo que permite que otros desarrolladores puedan modificarlo, ajustarlo a sus necesidades o incluso mejorar sus capacidades.
Una plataforma adoptada por la industria
A-SWE ya está siendo utilizada por más de 50 empresas en distintas áreas del sector tecnológico. De acuerdo con la información publicada, tiene un 99,9 % de calidad en el código que genera y una tasa de éxito del 95 % en su integración con equipos de desarrollo.
Para garantizar esa calidad, se utilizan controles de seguridad como verificación de identidad del agente, pruebas automatizadas y sistemas de control de acceso, similares a los que ya usan muchas compañías de tecnología para proteger sus entornos de trabajo.
Además, OpenAI trabaja en Stargate, un centro de datos que ampliará la capacidad operativa de esta y otras herramientas de inteligencia artificial. Se espera que Stargate permita manejar más tareas en paralelo y brinde soporte a modelos de gran escala como este.
¿Quién puede usarla?
Aunque la plataforma está dirigida principalmente a desarrolladores, no es necesario ser un experto para empezar a trabajar con ella. Su documentación está pensada para distintos niveles de experiencia, y sus funciones se pueden integrar a proyectos de diversa complejidad, desde aplicaciones móviles y web, hasta sistemas empresariales más robustos.
Entre sus puntos fuertes se encuentra la seguridad en el manejo del código, la flexibilidad para adaptarse a diferentes entornos, y la posibilidad de que los desarrolladores humanos y los agentes de IA trabajen juntos en tiempo real, revisando y validando cada paso del proceso.
A-SWE no solo agiliza tareas técnicas, también cambia la forma de trabajar en desarrollo de software. Permite que las personas se enfoquen en lo que realmente aporta valor, mientras una IA se encarga del resto. Su adopción apenas comienza, pero ya apunta a ser una de las herramientas más influyentes en la evolución del trabajo entre humanos y máquinas.
Imagen: Generada con IA / ChaGPT