OpenAI y Microsoft acusan a DeepSeek, la IA china, de robar datos a través de sus API, lo que podría tener graves implicaciones legales y comerciales para la industria de la inteligencia artificial, afectando la seguridad de los datos y la competitividad global.
Pues bien, para empezar, debemos saber que la acusación se centra en el uso de una técnica llamada “destilación”. Este proceso implica extraer el conocimiento de modelos de IA más grandes y avanzados, para entrenar versiones más pequeñas y económicas.
Según la empresa estadounidense, DeepSeek habría aprovechado este método para desarrollar su propio modelo R1, a una fracción del costo que OpenAI gastó en entrenar GPT-4. De acuerdo con los investigadores de Microsoft, la filtración de datos comenzó a finales de 2024, cuando se detectaron grandes cantidades de información proveniente de cuentas de desarrolladores de OpenAI, presuntamente vinculadas a DeepSeek.
Este robo, no solo representa una amenaza a la propiedad intelectual de OpenAI, sino que también podría dar lugar a serias consecuencias legales y comerciales, afectando a empresas tecnológicas de todo el mundo.
David Sacks, asesor en inteligencia artificial de la administración Trump, destacó la gravedad de la situación, señalando que existen “pruebas sustanciales” de que DeepSeek utilizó información de OpenAI de forma indebida para crear su modelo.
En el ámbito comercial, el impacto de esta acusación se ha hecho sentir rápidamente. El lanzamiento de R1, el nuevo chatbot de DeepSeek, ha generado un gran revuelo en el mercado. El modelo chino ha demostrado ser tan competitivo que incluso ha superado a ChatGPT en descargas en la App Store de Apple. Esto ha llevado a una caída significativa en el valor de mercado de empresas tecnológicas clave, como Microsoft, Nvidia y Google, que perdieron colectivamente casi un billón de dólares en un solo día.
Te puede interesar: DeepSeek miente con alguna información que entrega: la IA tiene varios sesgos
Por su parte, OpenAI no se ha quedado de brazos cruzados. La compañía ha señalado que las empresas con sede en China, y otras naciones, están constantemente intentando replicar los modelos de IA más avanzados de Estados Unidos.
A través de un comunicado, esta compañía expresó su preocupación sobre la necesidad de proteger sus modelos y colaboró con Microsoft para desarrollar contramedidas, destacando la importancia de trabajar con el gobierno estadounidense para resguardar las innovaciones tecnológicas del país.
¿Cuáles serían las consecuencias legales?
Sobre este apartado, como dijimos anteriormente, OpenAI como Microsoft están investigando el uso indebido de sus servicios a través de las API, lo que podría dar lugar a una serie de acciones legales contra DeepSeek si se confirma el robo de datos.
Esta situación resalta un nuevo desafío en la industria de la IA; la lucha por proteger las innovaciones tecnológicas frente a competidores que buscan reducir sus costos a costa de la propiedad intelectual ajena.
Este conflicto también pone en evidencia la creciente tensión entre Estados Unidos y China en la carrera por la supremacía tecnológica global, con la inteligencia artificial como campo de batalla clave. A medida que las acusaciones avanzan, el futuro de esta tecnología podría depender de cómo se resuelva este caso, y de cómo las empresas de todo el mundo gestionen el uso ético y legal de los datos en sus modelos de IA.