Durante el Endeavor Mentors’ Day
, la jornada en la que los emprendedores recibieron mentorías de expertos en el mercado, también se habló de agricultura. Este mercado es una de las verticales de trabajo de Endeavor en Colombia. Durante los últimos meses han detectado que el emprendimiento en la agricultura tiene más barreras que otros para iniciar. En total han encontrado tres grandes retos que debemos superar en el país y se los explicamos a continuación.
Felipe Comi es el gerente de la vertical de comida, bebida y agricultura de Endeavor Colombia. Actualmente, esta comunidad cuenta con tres emprendimientos que le apuestan a la innovación tecnológica en la agricultura colombiana. Estas, desde las ciudades, han buscado trabajar para superar los tres retos actuales del sector: la educación, financiación y tecnificación.
Retos a superar en la agricultura nacional
Este año, Felipe se reunió con Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores Colombianos y nos compartió los retos que encontraron: educación, financiación y tecnificación. “Uno ve el ecosistema emprendedor y la vertical de agricultura parece ser la menos atractiva. Y hay una razón: esta es la vertical que mayor tiempo e inversión necesita para producir”, explicó.
Educación
Varias zonas rurales del país cuentan con entidades educativas, pero muy pocas se enfocan en programas de agricultura. A pesar de que viven en las zonas para producción y se rodean de la industria, a las personas parece preocuparles muy poco. “Mucha gente de esas zonas se gradúa y termina siendo mototaxista porque no ve el agro como una oportunidad de progreso. El reto de nosotros es visibilizarlo a través de nuestros casos de éxito. La idea es que ellos expongan sus historias e inspiren a otros”, detalló. Además, dijo que esperan concretar alianzas con el Sena para fortalecer el programa de empredimiento en agro que tienen actualmente.
Financiación
El agro no es la vertical más atractiva para un banco. Estas entidades necesitan garantías de retorno del préstamo y de adquisición de las ganancias. Pero factores exógenos como el clima les impiden asegurarlos porque una tormenta puede acabar con un cultivo y con la producción. “Por eso trabajamos en un sistema de agricultura por contrato. Allí buscamos que empresas como Vive Agro firmen un contrato con los pequeños productores para que les aseguren la compra de los productos a precios justos y ellos se los vendan a los restaurantes”, expuso.
Otro factor tiene que ver con la fluctuación del mercado dependiendo de la oferta y la demanda. “Por ejemplo, hoy la cosecha de papa da buenas ganancias. Todos siembran papa al mismo tiempo y cuando la van a vender el precio es el mismo. ¿Qué pasó? Las altas ganancias eran garantizadas porque la demanda superaba la oferta”, añadió.
Tecnificación
En zonas rurales donde no hay conectividad, los conocimientos no pasan a un plano de profesionalización. Entonces es cuando aparecen organizaciones como el Grupo Spyra. Este creó un dispositivo con contenido educativo diseñado para capacitar a los agricultores sin necesidad de conexión a Internet. “Así pueden aprender a sembrar, usar la maquinaria y realizar exámenes. Cuando van al pueblo pueden conectar el dispositivo a Internet y cargar toda la información y resultados de los exámenes. Recordemos que en estas zonas apartadas quienes tienen Internet son el alcalde, el director de la Cámara de Comercio y uno que otro rector. Con esta tecnología evitamos altos costos como contratación de docentes y demás”, detalló.
Emprendimientos que le apuestan al agro
Como mencionamos antes, tres emprendimientos le apuestan a la innovación tecnológica en la agricultura colombiana. El primero se llama SFA Cebar y brinda soluciones financieras. El fundador es Fabio Velásquez y su modelo se basa en el préstamo de elementos esenciales para la sostenibilidad de una granja. Por ejemplo, un productor puede tomar prestada una vaca, la ordeña para fabricar productos lácteos y después la regresa. Este método se llama leasing y permite que al final del contrato de arrendamiento, el productor tenga la opción de comprar la vaca o de devolverla.
El segundo emprendimiento se llama Ideagro y se encarga de producir maquinaria destinada para pequeños y medianos agricultores. Y el último es Vive Agro, que vende los productos que producen otras granjas a las cadenas de restaurantes de las ciudades. Su promesa de valor tiene que ver con la velocidad en la que cortan y empacan los productos para su distribución.
Imágenes: Ivanko_Brnjakovic, Fotokostic (vía iStock).