La mayor comunidad de emprendedores nació en un bar

Hackers/Founders
Jonathan Nelson, fundador de Hackers/Founders, en su conferencia en Campus Party México.

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Jonathan Nelson, fundador de Hackers/Founders, en su conferencia en Campus Party México.

El pedo que yo tengo con Silicon Valley es que le promete a todo el mundo que ese es el lugar en el que pueden construir su empresa; que, cuando llegas, te ponen el polvo mágico y ¡pum!, te sale magia. Pero cuando llega la gente del extranjero a Silicon Valley, les decimos ‘fuck you, figure it out’”. Jódete, descúbrelo por ti mismo.

Jonathan Nelson es enfermero. Su trabajo diario era “limpiar traseros”, como contó, con su acento ‘gringo’ pero muy mexicano, en una charla que dio en Campus Party, y su sueño era ser animador de películas de Hollywood. Aprendió a programar por las noches, y se mudó a California con su esposa. Pero alguien lo desanimó, y lo convenció de que lo mejor era aprender a crear el software con el que se hacían esas cosas.

Nelson hablaba todo el tiempo de tecnología y startups, pero su esposa se aburrió. Le sugirió que se fuera a un bar a hablar de eso con sus amigos, y eso hizo. Una vez a la semana, se reunían alrededor de unas cervezas a quejarse. La mayoría de ellos saboreaba el lado más amargo del sueño emprendedor. “Hay mucho ‘sucks’ en esta industria. Hay mucho que apesta”.

Hackers/Founders
Hackers/Founders tiene comunidades en los cinco continentes.

Las reuniones se fueron volviendo costumbre, y atraían cada vez más personas. Para volverlas algo un poco más ‘institucional’, les pusieron un nombre: Hackers/Founders. Allí, Nelson se dio cuenta de que la gente del extranjero la tenía muy difícil en Silicon Valley. Muchos de ellos tenían ideas muy buenas y el talento para ejecutarlas, pero no sabían cómo conseguir capital. “El cerebro y el talento es mundial, pero el capital está muy localizado”.

En esas conoció al emprendedor Naval Ravikant, cofundador de Angelist, una red social que busca conectar a emprendimientos con inversionistas. Nelson le contó lo que había visto y aprendido en sus reuniones en el bar. Ravikant le pidió que le presentara las mejores empresas que conociera. Nelson no tenía idea de cómo escogerlas.

¿Cómo solucionarlo? “Siendo el ingeniero perezoso que soy, creamos un sistema para darles un puntaje a las empresas. Las de más alto puntaje hablaban con un inversionista”. Las empresas elegidas fueron tremendamente exitosas; y había muchas más en el mismo lugar de donde habían venido esas.

Por eso, a Nelson le propusieron crear un fondo de inversión. “Angelist quiere ser una plataforma en la que, si una empresa merece inversión, aprieta un botón y le llega dinero”. Ese es el mundo ideal, y aún no están allí.Para acercarse, crearon una especie de cooperativa, en la que Hackers/Founders les compra el 5% de las acciones a cada una de las empresas, y a cambio les ofrece servicios como infraestructura, espacios de ‘coworking’, mentoría y asesoría legal y financiera.

Cuando Hackers/Founders consigue participar en 20 compañías, conforma un gran fondo y les vende la mitad de ese fondo a los inversionistas, con lo que financia su operación. Las empresas que participan también son dueñas del 1% del fondo. “Gracias a eso, a las empresas les conviene que les vaya bien a las otras empresas”. dijo a ENTER.CO Rodrigo Ramírez, CFO de Hackers/Founders México.

Además, los emprendimientos que forman parte de la cooperativa son validados por la fórmula que se inventó Nelson, por lo que son apetecidas por los inversionistas.

La cooperativa tiene hoy 55 empresas, cuyo valor de mercado suma 500 millones de dólares y han atraído inversión de 60 millones de dólares. Cinco de ellas han sido vendidas. El 70% de esas empresas son de fuera de Estados Unidos.

Además, las reuniones evolucionaron a un espacio de cooperación entre fundadores de empresas tecnológicas, que hoy tiene más de 250.000 miembros en más de 120 ciudades de 45 países. Van a cumplir 10 años este año.

Rigs, una startup mexicana que opera un mercado en línea de autopartes, fue una de las primeras empresas que formó parte de la cooperativa en México. “En todas estas cosas que un emprendedor nuevo quizás no tiene muy claras, que haya alguien de experiencia te ayuda bastante”, cuenta Néstor de Haro, su CEO.

Y Nestor, por supuesto, ya no es enfermero. Fue invitado por la Casa Blanca para que ayude a cambiar las políticas de migración de emprendedores extranjeros, y México y Chile lo buscan para que ayude a fomentar la cultura emprendedora en sus países y “les enseñe a las personas con mucho dinero cómo es que se gana ‘lana’ invirtiendo en empresas”.

Imagen: captura de pantalla

José Luis Peñarredonda

José Luis Peñarredonda

Un día me preguntaron sobre mis intereses y no supe por dónde empezar. Decidí entonces ponerlos en orden y dibujé un diagrama de Venn para agruparlos a todos: Internet, cine, periodismo, literatura, narración, música, ciencia, fotografía, diseño, política, escritura, filosofía, creatividad... Me di cuenta de que en toda la mitad de ese diagrama, en el punto en el que todos estos círculos confluyen, está la tecnología. Eso me llevó a ENTER.CO. Estudié Periodismo y Filosofía en la U. del Rosario. PGP: http://bit.ly/1Us3JoT

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