La ruta hacia un gobierno electrónico

Estamos más cerca de un gobierno electrónico.

Estamos más cerca de un gobierno electrónico.
Estamos más cerca de un gobierno electrónico.

El país ha avanzado considerablemente en los años recientes, con el fin de modernizar sus instituciones y hacer que la gente sea más cercana al Estado a través de aspectos como trámites en línea, participación y acceso a la información. La viceministra de TI, María Isabel Mejía, ha sido clave en el proceso.

Sería ideal que no volvamos a hablar de gobierno electrónico”. La afirmación de María Isabel Mejía, viceministra de tecnologías y sistemas de información, refleja lo que para la líder de estos temas en el Gobierno debe significar la relación en términos tecnológicos entre los ciudadanos y el Estado. “Así como ahora no hablamos de televisión a color, pues partimos del hecho de que esa característica es propia de estos aparatos, queremos que llegue un momento en el que el tema de gobierno electrónico sea tan natural para la gente que nadie se refiera a él. Mi sueño es que sea natural pagar impuestos en línea o poner una queja por Internet. Allá es a donde le apuntamos”.

El anhelo de Mejía está relacionado con los esfuerzos de los últimos años por lograr que sea cada vez más normal el encuentro en escenarios digitales entre la gente y el Estado. Su experiencia en el 2006 a cargo del diseño de la Estrategia Nacional de Gobierno en Línea, programa del cual fue directora hasta el 2010, la hacen una conocedora de lo que significa tener un gobierno actualizado y que aprovecha la tecnología para avanzar. Hoy, desde su viceministerio y con la responsabilidad de ser la CIO del país, es la abanderada de la modernización tecnológica del Estado colombiano.

¿Cómo ha sido la evolución del tema de gobierno en línea en Colombia?

Aproximadamente desde el año 2000 el país viene con una estrategia de gobierno electrónico, pues cuando se definió la agenda de conectividad en esa época uno de los pilares era gobierno en línea. El 2008 fue un momento importante, pues al expedir el decreto 1150 se definió el rumbo para que las entidades del Estado avanzaran en este sentido en cinco fases definidas.

La primera es Información, es decir que las entidades publiquen sus contenidos en línea. Luego viene Interacción, una etapa en la que los ciudadanos pueden hacer preguntas, chatear con funcionaros, al igual que realizar peticiones quejas y reclamos. La parte de Transacción es cuando ya los usuarios pueden hacer trámites, como solicitar certificaciones o pagar impuestos. Transformación es cuando el ciudadano puede ver al Estado unificado y que, por ejemplo, no le pidan documentos que ya le han solicitado. Finalmente, eDemocracia apunta a la participación electrónica en la toma de decisiones del Estado y que, de esta manera, se pueda comentar el borrador de un decreto o ley, o hacer consultas públicas a través de medios electrónicos.

¿De qué manera se vieron los resultados?

El impacto de todas esas medidas fue muy bueno y dimos un avance muy grande en ese momento. Nos convertimos en líderes en gobierno electrónico en América Latina y El Caribe y, por ejemplo, fuimos el primer país de la región con tener todos sus municipios con presencia en Internet. Sin embargo, queríamos ir más allá, pues gobierno en línea no es solo publicar información en un sitio web. El objetivo es facilitarle la vida y acercar al ciudadano con el Estado. Ese decreto del 2008 planteó retos a las entidades, puso plazos y objetivos para tener claridad y un rumbo claro.

En el 2012, sale un nuevo decreto donde ponemos más tareas, pues surgen nuevas cosas teniendo en cuenta que el tema de gobierno electrónico es muy dinámico y la estrategia de gobierno en línea nunca se acaba. Aparecen asuntos como gobierno abierto, datos abiertos, además de que se hace énfasis en aspectos de seguridad y privacidad de la información.

¿La gente sí ha sentido los cambios?

Hemos tenido avances muy grandes. Todos los años hacemos un sondeo con la percepción que tiene la gente del tema de gobierno en línea. En el más reciente, el 65 por ciento de los ciudadanos dijo que interactúa con el Estado por medios electrónicos, que eso implica cosas como consultar información, poner una queja, mandar un chat, escribir un correo, pedir certificados, pagar impuestos u opinar sobre un decreto. En el caso de los empresarios es el 81 por ciento, mientras en el 2010 era del 59 por ciento.

Así mismo, el 40 por ciento de los ciudadanos afirma que prefiere interactuar por medios electrónicos. Esto significa que los procesos funcionan y que la gente ahora confía mucho más en este canal y que es mejor utilizar medios electrónicos que llamar por teléfono o hacer una fila.

La ventaja que le veo a Colombia es que siempre ha contado con una estrategia clara y que se ha sostenido en el tiempo, pues es tan buena y consolidada que se ha mantenido al margen de los cambios de gobierno. Además, está alineada con las mejores prácticas internacionales y lo que hacen los países más avanzados en el tema del mundo.

¿Qué ejemplos podemos ver hoy de lo que se ha hecho?

Las grandes ciudades han avanzado bastante con el pago de impuestos por medios electrónicos, como predial, industria y comercio y vehículos. El certificado judicial en línea fue emblemático, pues mucha gente supo qué era gobierno electrónico gracias a él; también otros por el estilo como los certificados de antecedentes disciplinarios  (Procuraduría) y fiscales (Contraloría). Hoy la gente, sin importar dónde está su predio, puede obtener su certificado de tradición y libertad.

Por otra parte, la ventanilla única de comercio exterior implicó un gran logro, pues es de las mejores del mundo y permite tener en un solo lugar y conectados todos los trámites de importación y exportación. Así mismo, la ventanilla única ambiental para todos lo relacionado con procesos ambientales.

Es bueno ver cómo la gente en sitios remotos ya no tiene que desplazarse a realizar sus trámites a las cabeceras municipales, pues desde un Kiosco Vive Digital puede hacerlo.

¿Qué viene para la estrategia?

En diciembre del 2014 se firmó el decreto 2573 de gobierno en línea con algunas innovaciones y tres grandes objetivos.

Ahora les vamos a pedir a las entidades del Estado que certifiquen sus trámites. Para ello se evaluará cada uno en términos como usabilidad, qué tal es la plataforma tecnológica que tiene detrás o su seguridad. Estos criterios se emplean para darle confianza al ciudadano, que es el principal objetivo, y masificar el gobierno en línea. A partir de ahora, todas las entidades están en esa tarea que permitirá ponerles a dichos trámites un sello de calidad de gobierno en línea.

Así mismo, estamos trazando un mapa de ruta para definir los trámites que los ciudadanos más necesitan que estén en línea. En una oportunidad anterior hicimos una jornada para preguntarle a la gente y el que ganó fue la libreta militar. Ahora vamos a detectar varios de ellos, aproximadamente unos diez, que las personas más usan y estarían dispuestas a realizar en línea para enfocarnos en ellos y que realmente se les dé una solución.

Otro punto importante es el marco de referencia de arquitectura empresarial, que son los lineamientos dados a las entidades para mejorar su gestión de tecnología y que los sistemas de información detrás de los trámites se mejoren, estén más organizados y haya más seguridad. Antes no nos metíamos mucho en eso, pero el decreto definió un componente llamado TIC para la gestión, que tiene que ver con la forma como se manejan las tecnologías con el fin de que el servicio que se le presta al ciudadano mejore. Para las entidades, esto tiene que ver, entre otros, con tener un CIO, crear un plan estratégico, contratar servicios en lugar de comprar infraestructura, firmar acuerdos de niveles de servicio con los proveedores o pagar solo por aquellos recursos que se consumen.

¿Cómo ve su papel como viceministra TI?

He estado feliz; hicieron el cargo para mí. Hemos priorizado para trabajar en cosas puntuales. Lo primero es mejorar las tecnologías de información en el Estado y ahí está gobierno en línea para lograr aspectos como optimizar las compras públicas, crear la red de CIO y aumentar aspectos como la ciberseguridad. Es decir, mejorar todo el uso que hace el gobierno de las TIC y así prestar mejores servicios, ser más transparentes y eficientes.

De igual manera, el objetivo es convertir la industria de software y hacerla de talla mundial. Ahí tenemos una gran oportunidad, pues hoy es un segmento que crece y al que le vemos potencial. Otro aspecto es la parte de talento, que es transversal a los dos anteriores y para lo cual necesitamos gente capacitada y dispuesta a trabajar.

¿Cuál es el papel del ciudadano en esta evolución?

Desde el Estado se hacen muchos esfuerzos y los ciudadanos no son conscientes de todo lo que hay. El mensaje para la gente es que use los servicios y que aproveche para participar por medios electrónicos teniendo en cuenta que cada vez estamos más conectados y el gobierno está poniendo un nuevo canal. Por ejemplo, todas las entidades están obligadas a publicar borradores de decretos y hacer rendición de cuentas, lo que permite interactuar más.

En cuanto a datos abiertos, sabemos que los datos por sí mismos no sirven para nada. Buscamos no solo un tema de transparencia del Estado con la ciudadanía, sino también que las personas sepan que hay una oportunidad de negocio para el sector privado, para la industria de software y para los desarrolladores de aplicaciones.

Imagen: Rawpixel.com (vía Shutterstock). 

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