Según Statista, en este momento hay 3,174 millones de personas conectadas a internet. El más reciente censo realizado por Estados Unidos estima que hay 7.000 millones de personas en el mundo. Según matemáticas 101, esto quiere decir que el 46% de la población mundial está en línea. Esto se debe al esfuerzo de los gobiernos y los operadores de echar cable y llegar a los rincones más lejanos del planeta.
Sin embargo, conectar la primera mitad del mundo es el paso más fácil. Hoy, la población está concentrada en las grandes urbes, donde instalar la última milla es más sencillo. Para demostrarlo, solo hay que pensar en un ejemplo. En una ciudad, la última milla implica conectar un conjunto de casas o un edificio, viviendas que están muy cerca. En el campo, o en sitios donde la población está más dispersa, es mucho más caro ‘cablear’ a cada hogar. Es más, de acuerdo a Naciones Unidas, el 54% de la población mundial vive en ciudades. Uno podría hacer una correlación de la gente que vive en una ciudad con la gente conectada a internet.
Para conectar a la otra mitad de la población es necesario desarrollar otra tecnología. El cable al hogar simplemente es muy costoso; no es rentable para un operador de cable cavar y poner el cable para un solo hogar. Por eso, muchas fincas y lugares alejados no tienen internet. Es más, el nuevo ministro de las TIC, David Luna, dijo que el reto más grande que tiene su cartera es “la última milla”. Una de las críticas más grandes que recibió su predecesor fue exactamente eso: llevó internet a todo el país, pero nunca pudo a conectar los hogares en las poblaciones más lejanas. Los kioscos fueron la solución para desviar el debate sobre la última milla.
Y no es culpa de él, ni de nadie. O bueno, de pronto de Adam Smith y los teóricos económicos. Las compañías están constituidas para ganar dinero y conectar poblaciones lejanas no es rentable. Ellas no tienen la obligación social de hacer inversiones que no van a rentabilizar. Se supone que es ahí donde entra el gobierno. Como dijo el presidente Santos, frase que repitió Molano varias veces: “El mercado hasta donde sea posible, el gobierno hasta donde sea necesario”.
Es justamente por eso que las tecnologías móviles adquieren cada día más importancia. Es mucho más fácil poner un par de torres en los casos urbanos que tirar un cable a cada hogar del pueblo. Sin embargo, para las necesidades de un usuario común y corriente, 3G –o siendo honestos, las implementaciones de 4G LTE– no son suficientes. Hay varias razones para esto. El video cada día es más importante en el consumo de datos, la estabilidad de la conexión no es la mejor y los topes de consumo le ponen una traba insuperable a los usuarios.
Todos estos retos son los que busca solucionar la tecnología 5G. Según Huawei, uno de los grandes jugadores de esta nueva generación de conectividad móvil, la quinta generación tendrá 1.000 veces más capacidad que 4G, podrá soportar hasta 1.000 millones de conexiones, tendrá latencia de un milisegundo y una velocidad de hasta 10 Gpbs (teóricamente) por usuario.
De ser así, 5G sería la tecnología más importante de los próximos 20 años porque conectaría al resto de la población a una velocidad adecuada, con una buena experiencia y a un precio asequible para la población de menos recursos. Para que esta visión se haga realidad, se necesita que todos los actores involucrados creen políticas que beneficien al usuario.
¿Qué políticas se necesitan? En primer lugar, los gobiernos tienen que tener planes para facilitar la instalación de torres y una estructura de beneficios para que los operadores celulares tengan razones para llevar la tecnología las zonas más remotas. Los operadores tienen que adecuar sus redes a las necesidades de los usuarios. Los planes 4G LTE –por lo menos en móviles- realmente no son de cuarta generación; lo son hasta un punto, después baja la velocidad y se pierde la experiencia.
Esto no puede pasar con 5G. Los gobiernos tienen que garantizar que la conexión sea constante porque los casos de uso lo requieren. Es imposible que un profesor, que esté dictando una clase en un colegio rural, tenga que sufrir con una conexión lenta porque consumió todos sus datos. Para que internet sea la tecnología que desarrolla países, elimina la pobreza y genera innovación no puede estar restringida. Alguien tiene que garantizar que los planes de 5G sean libres de topes y que la palabra ilimitados vuelva a cobrar su real significado en los contratos.
De ser así, 5G será la tecnología que confirme el cambio tecnológico de nuestra época. Esto no quiere decir que internet no haya cambiado el mundo. Es difícil mencionar una tecnología que tenga más impacto que la red mundial. Pero si se logra conectar a la otra mitad de mundo, la transformación será total y quién sabe las soluciones y oportunidad que aparezcan.
Huawei cree que 5G llegará a Corea del Sur y Japón entre 2018 y 2020. De ahí llegará a los países europeos para después llegar a los otros lugares del mundo. Sin embargo, la adopción de esta tecnología debería ser mucho más veloz que la implementación de 4G LTE por la importancia que tiene sobre le desarrollo de la población.
Imagen: Huawei.
Será la más importante hasta q salga el 6g…
Duh!
Esa misma es mi opinión acerca del encabezado
Yo creo que es como el avión que logró volar y el que logró llevar pasajeros.
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Si no fuera por el modelo económico actual y la corrupción mundial……. en fin, el resto son migajas…
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Y EN COLOMBIA LO IMPLEMENTARAN CUANDO HAYA 7G XD
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