Los teléfonos inteligentes han sido motores de innovación impresionantes. En alguna medida, gracias a ellos se pudieron realizar inventos importantes como Oculus Rift y los relojes inteligentes. La demanda por smartphones es tan grande que los componentes se redujeron en tamaño sin sacrificar eficiencia y bajaron sustancialmente de precio. Las pantallas táctiles cambiaron el paradigma de interactuar con la computación y las redes celulares le dieron la posibilidad a miles de dispositivos de ser dinámicos y tener actualizaciones en tiempo real.
Pero más allá de todo esto, hay un componente que sigue estático, con simples cambios en su tamaño, más no en su tecnología. La batería sigue siendo ese grillete que no permite a los teléfonos inteligentes –y otras tecnologías como los carros eléctricos– coger velocidad crucero. Y lo raro es que con los presupuestos que tienen las empresas de tecnología en investigación y desarrollo, no haya una que esté rompiendo los paradigmas en este tema.
Con la carrera tan cerrada, ¿se imaginan donde salga alguna empresa a decir que tiene un teléfono inteligente al que le dure la batería cinco días? ‘Game Over’, creería yo; ahí mismo, ganan la competencia. En este momento, todo el mundo está implementando soluciones desde el software. Huawei, por ejemplo, tiene un modo que apaga todos los radios y deja la pantalla en blanco y negro para ahorrar energía. La compañía dice que con este método, la pila del Ascend P7 puede durar 24 horas más.
Sin embargo, estas soluciones solo atacan los síntomas del problema y dejan la enfermedad intacta. Lo que tiene que cambiar es la tecnología de las baterías. Desde que salió el primer teléfono inteligente, la pila tiene el mismo problema: no dura más de un día con un uso promedio. Las baterías sigue siendo de iones de litio, algo que no ha cambiado desde la época de los feature phones. Aunque han mejorado marginalmente, todavía no se ha visto un salto similar al que tuvieron los procesadores o las memorias.
A pesar de estar en un momento plano, en el horizonte se ven varios rayos de sol. Sol, energía, ¿entienden? Mal chiste, pero bueno. De acuerdo con Digital Trends, la compañía StoreDot lanzó un prototipo de batería que se puede cargar totalmente en 30 segundos. Aunque el dispositivo todavía no está listo para el mercado de consumo –como el resto de las tecnologías en este artículo–, es una muestra de los avances que se pueden presentar en este campo.
El camino más directo parece ser la optimización de las baterías de litio. En este momento, las pilas tienen tres componentes: un electrolito que provee los electrones, un ánodo que los distribuye a los equipos y un cátodo que los vuelve a recibir. El problema es que solo el electrolito está hecho de litio, mientras que las otras partes son fabricadas de materiales como silicio y grafito. Para lograr un salto importante, los investigadores quieren fabricar el ánodo de litio también. Esto implicaría grandes aumentos en eficiencia y en tamaño, algo fundamental para el desarrollo de las pilas.
Los investigadores de Stanford han dicho que están cerca de crear una batería con estas características. Se dice que las baterías podrían tener tres veces más duración que las actuales, según un reporte de Forbes.
Otro de los adelantos que están en el horizonte son las baterías de grafeno. Techradar dice que el gobierno de Inglaterra ha destinado unos 35 millones de dólares para la investigación con este material. Vorbeck Materials está trabajando en varios productos para el mercado de consumo masivo, aunque todavía no hay ninguno listo. Este material es mucho más eficiente y tiene un tiempo de recarga mucho menor. Además es flexible, algo fundamental para los dispositivos curvos que están saliendo al mercado.
Una de las soluciones alternativas es recolectar el calor y la energía del cuerpo para cargar nuestros dispositivos. Aunque suene un poco a concepto de ciencia ficción, un equipo de investigadores en Corea tiene un generador termoeléctrico tan pequeño y liviano que se puede integrar en cualquier vestible. Según phys.org, el generador es como una placa de vidrio que se puede pegar al cuerpo y adoptar su figura. De esta forma, empieza a recolectar el calor del cuerpo para transformarlo en energía que podría usarse para cargar el dispositivo móvil.
También hay soluciones que buscar abordar el problema desde otra prespectiva. Wysips Crystal quiere poner una delgada filmina dentro de la pantalla del celular o tableta para cosechar la luz solar y generar poder de ella. La solución parece relativamente sencilla. Debajo de la pantalla táctil se pone una capa capaz de convertir la luz solar en energía. “Ahora mismo el sistema puede generar […] unos dos a cuatro minutos de uso por cada 10 minutos de exposición al sol”, dijo un vocero de la compañía en Techradar. Apenas para una emergencia, ¿no?
Imagen: AtomicBHB (vía Shutterstock), Wysips Crystal (vía Tumblr).
completamente de acuerdo con Mateo! el día que salga un smartphone que le dure la batería una semana ese día me cambio me da igual si es Android, iOS, Windows Phone si le dura la batería una semana será sencillamente el mejor
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El grafeno es la panacea de la actualidad
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En mi concepto no es que no halla mucho avance, lo que pasa es que se esta metiendo la industria petrolera para que no halla ningún nuevo concepto tecnológico en baterias, ya que esto implicaría que se diera de lleno el cambio de vehículos de combustión por vehículos electricos
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