Sin satélite propio, Colombia sigue atrás en la conquista del espacio

Algunos científicos afirman que el siglo XXI es la era espacial. Sin embargo, Colombia acaba de aplazar su entrada una vez más.

Hace poco, el vicepresidente de la república, German Vargas Lleras anunció que el satélite de observación terrestre no se va a comprar. Vargas Lleras afirmó que “durante los últimos años, se estuvo explorando dicha posibilidad pero el Gobierno llegó a la conclusión que en este momento es totalmente inconveniente, lamentablemente el país no está en la capacidad económica de realizar esta inversión”.

Con respecto a los costos económicos, Vargas Lleras aseguró que “por medio del Ministerio de Defensa, el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (Igac), y otras entidades, Colombia compra imágenes satelitales por un valor de 11,5 millones de dólares anuales que corresponde a 80,5 millones de dólares en siete años, un costo muy inferior en comparación con el precio de un satélite como el que estaba presupuestado”.

Lo que dicen los astrónomos

German Puerta, astrónomo del Planetario de Bogotá, afirmó que si bien es más económico comprar información a otras agencias espaciales, es importante que Colombia tenga una presencia en el espacio geoestacionario y mantenga cierta independencia en el manejo de la información, por lo que consideró equivocada la decisión de no comprar el satélite. “Si fuera por los costos, jamás se hubiera llegado a la Luna“, señaló.

“Si fuera por los costos, jamás se hubiera llegado a la Luna“

Puerta afirmó que Colombia está retrocediendo en la carrera espacial porque no cuenta con una agencia aeroespacial propia, ni tiene un telescopio con al menos un metro de diámetro –el más grande que existe actualmente sólo mide 40 cm y no permite obtener imágenes del espacio profundo– ni un radiotelescopio disponible. Por esta razón, en algunos casos, el país debe pagar por usar los telescopios de otros países. No obstante, el astrónomo señaló que en cuanto a la difusión de la astronomía el país avanza porque 12 colegios públicos y 60 colegios privados cuentan observatorios astronómicos.

Raúl Joya, director del Observatorio Astronómico, señaló que “lo ideal es que la información sea de última hora y cuando se necesite. Esto sólo se logra con un satélite propio, porque los satélites utilizados para la venta de imágenes siempre están ocupados. Por esto, no tenemos nunca con exactitud la imagen que requerimos”. Contar con él permite, por ejemplo, determinar en tiempo real la fase de cualquier actividad que se desarrolle en los límites del país, mientras que cuando se compran imágenes no se tiene acceso a ver la evolución de una situación a medida que está ocurriendo.

Por ejemplo, con éste se pueden medir exactamente las áreas de los cultivos y saber cómo avanzan las cosechas. También, si se produce un terremoto u otros desastres naturales, se puede determinar qué partes del territorio nacional resultaron afectadas.

Para el director del Observatorio Astronómico de la Universidad Nacional, Gregorio Portilla,“el atraso tecnológico de Colombia en el ámbito aeroespacial atrasa diversos procesos de desarrollo estratégico, asociados al aprovechamiento del entorno espacial”. Además, la transferencia de tecnología y de conocimiento es indispensable en un país que no ha entrado a la era espacial.

Al realizar la comparación con otros países de la región como Brasil, Perú, Venezuela, Argentina, los científicos coinciden en que éstos ya han comprado sus propios satélites o tienen planes para hacerlo y todos cuentan con Agencias Aeroespaciales.Por esto, Joya afirma que se deben buscar los medios para invertir en este tipo de tecnología para dar inicio al desarrollo científico de la industria aeroespacial.

El programa presidencial que no hizo nada

El 2 de septiembre de este año salieron unos decretos que acabaron con el Programa Presidencial de Asuntos Espaciales, que de todos modos solo funcionó por menos de un año: fue instituido en noviembre del año pasado, cuando se creó la Dirección sobre Asuntos Especiales, como informó la agencia de noticias de la Universidad Nacional. Este Programa Presidencial nunca trabajó en llave con otras instituciones de la misma índole, como la Comisión Colombiana del Espacio (CCE), según afirmó Portilla.

“Los encargados del Programa Presidencial nunca le preguntaron a la CCE sobre los avances y la información que se tenía de los diferentes satélites que se le habían ofrecido al país”. Y ahora, dice, “el CCE pasó a ocupar la Dirección de Asuntos Espaciales que no solo se va a dedicar al tema espacial, sino también a proyectos tan diferentes como la Comisión del Océano y al proyecto urbanístico Virgilio Barco”.

Portilla también afirmó que otro problema que se ha descubierto es que una misma fotografía es comprada por distintas entidades del Gobierno, lo que aumenta innecesariamente los costos. Esto pone en evidencia la falta de centralización de la información geoespacial en una sola agencia espacial colombiana.

A pesar de esto, Puerta sostiene que en el país hay interés en los temas espaciales, y en cuatro ciudades del país (Ibagué, Barranquilla, Cali y Pasto) hay proyectos para realizar planetarios. Sin embargo, el país sigue atrasado en el campo de la investigación y la industria aeroespacial.

Imagen: Cliff (vía Flickr). 

NASA Goddard Space Flight Center (vía Flickr).