El futuro de las pantallas curvas es flexible

Las pantallas curvas comenzaron a llegar a los equipos de Samsung hace un tiempo con smartphones como el Galaxy Round. Este equipo tenía una pantalla con una curvatura pliegue en la mitad, lo que hacía que sostener el equipo fuera, en algunas ocasiones, más fácil.

Más adelante, la compañía presentó el Galaxy Note Edge. Este dispositivo mostró una pronunciada curva a uno de los lados de la pantalla, que permitía tener ‘una segunda pantalla’ independiente, para mostrar información relevante, sin afectar lo que se mostraba en el espacio principal.

Adicionalmente, por la misma época, la compañía presentó el Gear S, una especie de brazalete con pantalla curva, que le permitía ajustarse al brazo y tener una pantalla más grande que las de otros relojes inteligentes.

En este año, la compañía mostró dos dispositivos, el Galaxy S6 edge y el Galaxy S6 edge+, los cuales tienen curvatura a ambos lados de la pantalla. En esta, el equipo nos permite acciones como configurar un reloj para la noche o información de tendencias en Twitter, últimas noticias, así como lanzar aplicaciones más usadas y contactos favoritos.

No todas las pantallas curvas son flexibles

Estamos convencidos de que las pantallas curvas tienen mucho más futuro si son flexibles. En primer lugar, lo más cercano que tenemos son los esperados smartphones que se doblan y que esperamos ver el próximo año. Estos equipos serían una nueva versión de los ‘clamshell’ o ‘flip phone’, que fueron tan populares hace años.

Esto facilitaría que siguiéramos usando pantallas grandes sin problema, pues no importa si tengo un smartphone con pantalla de 6,5 pulgadas, pues lo puedo guardar doblado en mi bolsillo.

Lo mismo funcionaría en el caso de dispositivos con pantalla enrollable. Muchas personas sueñan con tener un equipo del tamaño de un bolígrafo, el cual tendría una pantalla enrollada que podría desplegarse de acuerdo al uso que se le quiera dar.

De cualquier forma, la verdadera revolución la veríamos con la popularización del internet de las cosas. Las pantallas flexibles y curvas se pueden adaptar a cualquier cosa que queramos. Por ejemplo, ¿qué tal un automóvil con pantalla en el parabrisas, con el cual se muestre información relevante para conducir? Este tipo de pantallas tiene mucho sentido cuando lleguen por fin los carros autónomos. Además, en nuestro hogar podríamos ver pantallas táctiles en muchos de los utensilios que usamos hoy en día.

Algunas compañías han presentado avances en cuanto a ‘pantallas’ que se ajustan a las prendas de vestir. Este es uno de los usos más interesantes, debido a que los ‘wearables’ cada vez buscarán ser más invisibles y prácticos. En cuanto a la moda, el uso de pantallas flexibles en las prendas podría permitir nuevas posibilidades a los diseñadores.

Como vemos, las opciones que nos darán las pantallas curvas y flexibles en el futuro sobrepasan el límite de la imaginación. Este cambio se dará como cuando pasamos a usar equipos con pantalla completamente táctil, que en el año 2.000 era casi imposible de pensar.

Imagen: Samsung.