¿Recuerdas cuando Marge Simpson se dio cuenta de que las caricaturas ‘Tomy y Daly’ causaron que Maggie le pegara a Homero en la cabeza con un martillo?
Muchos padres creen que las caricaturas y los videojuegos hacen que los niños se vuelvan violentos. Quizá aún puedes escuchar la voz de tus padres diciendo que los videojuegos te harían convertirte en un criminal.
La creencia común le indica a las personas que exponerse a juegos con sangre, guerras y muerte, puede contribuir a un comportamiento violento. Sin embargo, un nuevo estudio demuestra que esta suposición es falsa. Un equipo de científicos no encontró ninguna evidencia que demuestra que jugar videojuegos violentos pueda hacer que los jugadores se vuelvan violentos. Y en este caso, se es inocente hasta que se demuestre lo contrario.
Un grupo de investigadores de la Universidad de York hizo experimentos en más de 3.000 voluntarios. Todos los participantes en el estudio eran adultos. Entonces, los resultados de esta investigación no determinan los efectos de los videojuegos en niños.
El propósito principal del experimento fue determinar si exponer a jugadores a ciertas situaciones violentas los hacía reaccionar de forma violenta. La principal conclusión sugiere que entre sin importar qué tan reales parezcan los videojuegos violentos, esos comportamientos dentro del juego no causan más conceptos violentos en los jugadores.
Para el primer experimento se crearon dos videojuegos similares en los que se debía ‘matar’ a ciertos personajes. La diferencia fue que en uno, el enemigo tenía gráficos, sonidos, efectos y apariencia más real que el otro. Los resultados indicaron que la forma física de los personajes no incrementar la activación de conceptos agresivos en los participantes.
No importa qué tan real se vea el juego
En el segundo, se quiso hacer algo parecido. Pero en este caso, en el primer escenario se jugó un juego de guerra en el que el equipo enemigo actuaba muy realista, con tácticas parecidas a la vida real. En el segundo juego, los enemigos se comportaban de una forma más sencilla y menos realista. En este caso, se encontró que el equipo más realista despertó menos conceptos agresivos en los jugadores. Esto significa que contrario a lo que se cree, no existe una relación entre lo reales que se ven los juegos y los efectos de violencia que supuestamente producen.
Los investigadores obviamente aclaran que esta es solo una interpretación científica permeada por las condiciones específicas de los experimentos. También queda mucho por estudiar en esta área en cuanto a los efectos sobre niños.
La ciencia de los videojuegos
En los últimos años hemos visto cada vez más estudios científicos que buscan descubrir cómo reacciona el cerebro humano cuando se expone a videojuegos. Algunos estudios han demostrado que ciertos juegos pueden ser beneficiosos para habilidades cognitivas como la memoria y la agilidad. En cambio, otras investigaciones dicen que una exposición prolongada a videojuegos podría ser dañina para las relaciones sociales. E incluso la adicción a los videojuegos pronto sería una enfermedad real.
Todo esto nos indica que aún falta mucho por estudiar en este campo, para poder comenzar a afirmar si los videojuegos tienen efectos dañinos o no sobre las personas.
Imagen: Pixabay.