Un dato curioso y vergonzoso mío es que soy capaz de reconocer por nombre todos los pokémones que han salido, pero dudo al momento de citar la capital de los departamentos de nuestro país. Saber distinguir entre un Volveat y un Illumise o qué tipos tienen todas las formas de Rotom ha probado ser uno de los superpoderes más inútiles al momento de iniciar una conversación. El único consuelo (o razón de orgullo, desde la perspectiva que lo quieran ver) es conocer a otras personas que tienen la misma dificultad para recordar un cumpleaños, pero pueden decir de memoria todos los legendarios.
Un estudio de la universidad de Stanford sugiere que las personas que jugaron ‘Pokémon’ en los años 90, cuando eran niños, pueden compartir una región de en su cerebro donde toda esta información es guardada.
Una región en el cerebro para la nostalgia ‘Pokémon’
El artículo en cuestión fue publicado en la revista científica Nature. También tiene un video corto (en inglés) en el que explican de manera un poco más simple los descubrimientos de este trabajo. En él, se estudió la manera en la que reaccionaba el cerebro de personas que jugaron mucho el RPG durante su niñez (entre 1995 y 1998) contra aquellos que nunca han tenido algún contacto con la franquicia. En el experimento se mostraron imágenes de los juegos de pokémon, para ver cómo reaccionaba el cerebro frente a este tipo de estímulos.
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El hallazgo fue que las personas que podían reconocer estas criaturas tenían una experiencia similar, en la que la misma zona respondía a las imágenes de los pokémon. El lugar que reaccionaba en todos los casos se encuentra en la zona que está encargada de reconocer palabras o caras. Los investigadores sugieren que parte de la razón está en la consola en la que se lanzó originalmente ‘Pokémon Red’ y ‘Pokémon Blue’: la Gameboy.
Al ser una consola portátil, la distancia entre los ojos y los brazos, sumado a lo pequeño de los sprites de esa época, daban como resultado que el jugador usara su visión central, ubicando las imágenes en el centro de la retina. Esto explicaría la manera en la que la información de este tipo resulta almacenada.
Un camino para los déficits visuales
Pero los descubrimientos de este estudio van más allá de explicar la experiencia de los ‘maestros pokémon’. Jesse Gomez, miembro del equipo detrás del experimento, afirma que “estos descubrimientos sugieren que la manera en la que respondes a un estímulo visual, como un pokémon o palabras, determinan por qué tu cerebro está organizado de la manera en la que lo está. Y esto es útil, porque puede sugerir que déficits visuales, como la dislexia o la Prosopagnosia (incapacidad de reconocer rostros familiares, incluyendo el propio), pueden ser el resultado únicamente de la manera en la que miras esos estímulos. “Es un camino muy prometedor”.
Imágenes: The Pokémon Company