Para rescatar julio, llegó ‘The Umbrella Academy’. Cuando la primera temporada se estrenó, muchos consideraron el movimiento una estrategia de Netflix para mantener cautivo a un público que había comprado la suscripción por su catálogo de series de Marvel, antes de que Disney con un chasquido desapareciera a todos sus héroes. Pero, pronto, resultó claro que esta historia de súper poderosos tenía su chispa propia. Por eso, no es una exageración afirmar que la segunda parte era una de las series más esperadas de 2020.
La temporada dos de ‘The Umbrella Academy’ inicia justo donde nos dejó: después de ser incapaces de prevenir el fin del mundo, Cinco utiliza su habilidad para viajar en el tiempo con sus hermanos. Pero, no teniendo control completo del salto, los termina enviando por separado a la década de los 60. Más importante, parece que su escape trajo con ellos el fin del mundo, con casi medio siglo de anticipación. Ahora, los miembros de este equipo de héroes deberán encontrar la manera de regresar a su línea temporal, al mismo tiempo que evitan de nuevo el Armagedón.
Son pocos los aspectos que la segunda temporada de ‘The Umbrella Academy’ no mejora. Se trata de una ‘súper’ versión de la serie anterior, algo que es mucho más extraño que cualquier hombre mitad gorila. La serie dobla sus apuestas en la acción, pero también en el espíritu extraño que la hizo especial en primer lugar. Su historia consigue capturar al espectador, incluso si termina yendo por líneas conocidas y medio predecibles.
Lo extraño y adictivo de ‘The Umbrella Academy’
Lo que separa a ‘The Umbrella Academy’ de cualquier otra serie de televisión enfocada en un grupo de súper héroes es la manera en la que abraza lo extraño. En la primera temporada la serie se distinguió de inmediato con sicarios que utilizaban máscaras de personajes de fiesta, madrastas robots, un viajero en el tiempo enamorado de un maniquí y la inolvidable escena de sus personajes bailando en casa. Este sentimiento se mantiene en la segunda parte e incluso se expande todavía más.
La serie dobla las apuestas. Un hombre/pez que dirige una organización, un trio de asesinos casi mudos que solo son conocidos como ‘los suecos’, un culto que sigue devotamente a Klaus. Una de las ventajas que trae esto es que, incluso si en términos de historia no tenemos algo 100% original, su rareza le da un espíritu impredecible que hace que no sepamos qué podemos esperar por completo de cada nuevo capítulo. Es una serie como pocas, que no se enreda con sobre explicaciones para justificar porque el efecto de una paradoja temporal es un incremento en los gases corporales, sino que nos pide que respiremos (gracias a Dios no de manera literal) el aire de ‘The Umbrella Academy’ y disfrutemos esta nueva aventura en el tiempo.
Los viajes en tiempo pueden funcionar
Lo curioso de ‘The Umbrella Academy’ es que, de cierta manera, la segunda temporada recicla el mismo concepto de la primera. Sabemos que el final del mundo está cerca, así que el principal misterio es descubrir cuál es detonante que inicia la reacción en cadena que lleva al apocalipsis nuclear. Gran parte del gancho de la nueva tanda de capítulos está en descifrar este misterio, que involucra el asesinato del JF Kenndey, el presidente de los Estados Unidos.
E, incluso si ya conocemos el sabor de esta carnada, resulta una trampa bastante efectiva para captar al espectador. A mitad de camino puede que los más perceptivos se den cuenta de los elementos más importantes de esta historia, especialmente porque ‘The Umbrella Academy’ acude a ciertos ‘deus ex machina’ para poner en orden sus piezas. Pero se tratan de vacíos de lógica que compramos por lo entretenida y atractiva que es su historia.
Eso sí, hay ciertas sorpresas que merecían un poco mejor trato. En cambio, ‘The Umbrella Academy’ tira estos momentos sin mayor advertencia o cuidado. Algo que en ciertos momentos puede desorientar al espectador, que no entiende muy bien de dónde vino una revelación clave o dónde estaban las pistas para anticipar su llegada. No es una falla repetida en su historia, así que se trata de una kriptonita poco letal para este héroe.
Una delicia visual
Las fallas que ‘The Umbrella Academy’ temporada 2 tiene en el apartado narrativo, las compensa a nivel visual. De nuevo, la estética de la serie la distancia de otros productos de la TV, al mismo tiempo que le apuesta a una receta que ya sabe que funciona bastante bien: la nostalgia. La serie intentan mezclar su locura y particularidad con el tono clásico de los años 60, en una combinación de imágenes y escenas vibrantes. Esto aplica para sus momentos más calmados, como es una nueva escena de baile (esta vez en un salón de belleza), o una masacre sangrienta al mejor estilo de ‘Deadpool’.
Y la música ¡ufff! ‘The Umbrella Academy’ sabe cómo darle sabor a cualquier tipo de escena ya sea entregando su propio remix de ‘Bad Boy’ (Billie Eilish) o poniendo ‘Everybody’ de los Backstreet boys. Hay que decirles a los vengadores que deberían cambiar de DJ, porque en este apartado los hermanos Hargreeves les ganan la batalla en la pista.
Veredicto: 4.5
Aunque ‘The Umbrella Academy’ temporada 2 recicla su historia de la primera temporada y a ciertos momentos tropieza al contar su historia, mantiene el elemento fundamental de cualquier historia de súper héroes: ser entretenida. Los nuevos capítulos aprovechan las cualidades que hicieron de la primera parte una de las series cotizadas de Netflix y doblan los esfuerzos por hacer de este show algo poco común en la pantalla chica.
Más importante, su final nuevamente nos deja a la espera de las nuevas aventuras de los hermanos Hargreeves con un final que solo resuelve suficientes preguntas para que estemos a la espera de su continuación.
Bad boy? lol Bad Guy!!! y es un cover hecho por The Interrupters!!