Los primeros tweets de la mañana fueron de celebración. Bogotá les regaló a los campuseros un amanecer anaranjado, como dándoles la bienvenida.
Otro publicó –para envidia de muchos– la velocidad de su conexión a la red: 39 megas por segundo.
RT @radiazri: En estos momentos esta es la velocidad de Internet que tengo en el Campus Party #CPCO5 🙂 pic.twitter.com/6VOuyrpP<- Increíble 😀
— Game Core (@Game_Core) June 26, 2012
Y el resto, mientras tanto, se desperezaban y se quitaban las lagañas. La Arena se encendía poco a poco.
Con las primeras conferencias comenzó a llegar la gente. Los ingenieros escuchaban con atención el reto forense, mientras que los blogueros, twitteros y demás hierbas del pantano de los contenidos no se despegaban de la tarima de Cultura Digital. Despacio –al ritmo de la fila de la única entrada–, la Arena se llenó. A mediodía no había un solo punto de red desocupado.
La primera gran conferencia fue la de Guillermo Santos. El decano del periodismo de tecnología en Latinoamérica enterneció al auditorio con sus fotos de infancia, su certificado de nacimiento y la foto de su primera carrera de triciclos. Luego, mientras comenzaban a llegar los estelares y a darse vueltas por la Arena como cualquier campusero –Jon Hall, Julien Tourbeaud, Akira Yamaoka–, nosotros corríamos a entrevistarlos. Por el camino, veíamos –con envidia– a la gente divirtiéndose y las tarimas funcionando, todas al tiempo y todas repletas. ¿Algún campusero que se invente un dispositivo de presencia virtual para periodistas y nos lo regale a los de ENTER.CO ;)?
Es fácil olvidarse de cómo es esto. Son 5.000 personas intentando pasarla bien, hacer lo suyo, lo que los hace felices. Unos jugando, otros haciendo robots, otros haciendo twitcams… Todo al tiempo, mientras en una sala el Ministro TIC hace un gran anuncio –no se lo pierdan en unas horas en ENTER.CO–, en la otra Yamaoka nos cuenta sobre sus hazañas en el mundo de los videojuegos y unos metros más adelante los afiebrados de Starcraft están en lo suyo. Vean a los campuseros aquí, como ellos mismos lo reportaron.
[nggallery id=138]Así pasa la tarde y llega la noche. Parece que nadie se da cuenta, la arena no se apaga. La única forma de enterarse es ver los telescopios de los de astronomía, que están aprovechando la noche despejada para mirar las estrellas. ¿Dormir? Ese verbo aquí se conjuga poco.
Son pocos lo que le sacan el “jugo” al campus party, la mayoria, estar todo el tiempo como frikis jugando videojuegos. Que los desarrolladores y los que manejan robótica, que le saquen un buen provecho al evento.
Son pocos lo que le sacan el “jugo” al campus party, la mayoria, estar todo el tiempo como frikis jugando videojuegos. Que los desarrolladores y los que manejan robótica, que le saquen un buen provecho al evento.