¿Cómo viajar por el mundo sin moverse de un lugar? ¿Cómo es posible acceder a lugares insospechados para obtener información útil para el trabajo? ¿Cómo practicar videojuegos como si fuera un personaje más dentro de ellos? Las respuestas tienen un denominador común: realidad virtual (VR). Y para Intel, el mayor fabricante de chipsets del mundo, esto se ha convertido en una apuesta personal.
Así lo demostró la compañía este miércoles en el CES 2017, el evento que por estos días reúne a los grandes exponentes de la tecnología mundial y que se convierte en la vitrina para observar las tecnologías más innovadoras que veremos en los próximos meses e incluso años. En su conferencia principal, Brian Krzanich, presidente de Intel, hizo un recorrido por las aplicaciones que tendrá VR y en las que su empresa está trabajando de manera decidida.
Esta vez la compañía no habló de procesadores, de Internet de las cosas o de conectividad, temas a los que nos tenía acostumbrados en años anteriores. El turno fue para la tecnología que se espera revolucione la manera en la que interactuamos con diferentes espacios y realidades a través de un equipo que nos transporta a otros escenarios. De hecho, vale la pena recordar que Intel, en agosto del 2016, presentó en su evento para desarrolladores la iniciativa llamada Project Alloy, que incluye un set de realidad virtual ‘todo incluido’ en el que la compañía integra su tecnología propia RealSense para obtener imágenes de altísima definición que se pueden reproducir desde las gafas VR.
En el CES 2017, el presidente de Intel destacó tres escenarios en los que VR será fundamental: viajes, trabajo y juegos. Para mostrarlo, la empresa dispuso de una sala en la que 250 personas pudimos tener de primera mano la experiencia VR que quiere mostrar Intel para cada uno de estos ámbitos. “Es el evento más difícil que hemos organizado hasta el momento desde el punto de vista técnico”, dijo Laura Anderson, directora global de relaciones corporativas de Intel, al referirse a cada una de las estaciones equipadas con computador con procesador Core i7, set de realidad virtual Oculus y contenido controlado desde un punto central.
En el tema de viajes, la sensación de lanzarse desde un paracaídas fue asombrosa. La realidad del momento, los detalles de la caída y ver el mundo en 360 grados mientras se acerca a la tierra es algo que solo se logra gracias a esta tecnología. También se evidenció esto en un paisaje vietnamita, rodeado de cascadas, animales de granja y un hermoso lago. En el panorama, justo al lado izquierdo, estaba un gran barril. Si esto fuera una imagen estática (como una foto), por supuesto sería imposible apreciar qué hay detrás del barril. En ese punto, Krzanich invitó a los participantes de la experiencia a levantarse y asomarse, con el fin de ver que todo el contenido cambiaba mientras nos movíamos para ver lo que estaba detrás. El directivo destacó que para lograr experiencias de este tipo se requieren imágenes que generan datos por 3GB por cuadro, lo que implica tener equipos bastante poderosos para el procesamiento de la información.
En cuanto a trabajo, la grabación de un dron sobrevolando un campo de paneles solares es la muestra de cómo VR puede ayudar a realizar tareas que antes era difícil hacer, como identificar posibles problemas en grandes superficies que no se pueden cubrir a pie.
Y en entretenimiento, llamaron la atención dos ejemplos que mostró Intel. El primero relacionado con la grabación de un juego de baloncesto. La cámara, ubicada en uno de los costados, permitía ver el juego de manera muy real y como si estuviéramos allí. También era posible cambiar de cámara o mirar al lado para ver información relevante del encuentro. En este punto, es posible pronosticar que en un futuro sea posible pagar por ver un juego ya no a través de la señal tradicional de TV, sino por medio de un set de VR.
La última experiencia, también de entretenimiento, estuvo relacionada con un juego de zombies llamado ‘Arizona Sunshine’. La última escena del demo, en la que un zombie se acerca a la cámara y ataca, sacó más de un grito a la audiencia. Al terminar, nos quedamos jugando Arizona Sunshine y podemos decirles que la experiencia es muy entretenida, realista y fluida. Es preciso aprender a moverse, a tomar los objetos y a ubicarse en el espacio, pero después la sensación es mucho más natural.
Qué viene para VR con Intel
Más allá de la experiencia entretenida, el mensaje de Intel es claro: VR transformará la manera en la que nos relacionamos con la realidad y nos permitirá llegar a lugares que antes teníamos prohibidos. Será una aventura en la que muchos fabricantes ya han hecho sus apuestas y que, para Intel, es uno de sus derroteros a seguir. Project Alloy es la demostración de esto, en la que la compañía ha invertido mucho esfuerzo para mostrar, posiblemente a finales del 2017, productos en el mercado que tengan una mayor aceptación de la gente.
Imágenes: ENTER.CO
