Las redes sociales no son suficientes para tu negocio en línea

Seguro que has visto en tu Facebook o Instagram cómo, todo el tiempo, aparece alguien ofreciendo algún producto o servicio. Quizás has visto que le va bien, y que sus publicaciones obtienen muchos ‘me gusta’, comentarios y varias promesas de compra. Y seguro te preguntas: ¿por qué no hago eso?

Tiene sentido: las redes sociales son gratis, y solo tendrías que dedicarle algo de tiempo a hacer buenas fotos y a publicar los contenidos. De hecho, Facebook, Twitter, Pinterest o Instagram son importantes para hacerle publicidad a tu negocio. Son muy buenas para dar a conocer tu producto y crear una audiencia interesada en él; y por eso son parte necesaria de cualquier estrategia digital. Pero no son lo único que necesitas. ¿Por qué?

No funcionan para todos los productos, ni en todos los momentos

Es cierto que las redes sociales son magníficas para vender algunas cosas.  Hay productos que son muy innovadores y no son conocidos, y para esos –como explica Luis Betancourt, asesor y entrenador en marketing digital– “el canal no es ideal no son los motores de búsqueda, sino la pauta en redes sociales”.

Pero si tu negocio es vender productos que sí están siendo buscados por la gente todo el tiempo, es vital tener un sitio web y una presencia en internet más consolidada. Si no tienes un buen dominio y una buena tienda en línea a la que se accede a través de él, no vas a aparecer en los primeros lugares de búsqueda, con lo que seguro vas a perder muchísimas ventas. Además, no podrás aprovechar las posibilidades de hacerte publicidad por medio de SEM y Google Adwords, lo que podría truncar el crecimiento de tu negocio, pues un dominio .com.co te permite estar muy bien ubicado en todos los motores de búsqueda en Colombia solo por el hecho que estos reconocen que tu página web es colombiana o vende productos colombianos.

Además, las redes sociales tienen una desventaja importante con respecto a los buscadores: están más desconectadas de los momentos de venta.

Como se explica en la comunidad Business2Community, especializada en mercadeo digital, mientras “las redes sociales se tratan de generar discusión y compartir contenido que los usuarios puedan disfrutar”, las búsquedas funcionan mejor “para apuntarles a los compradores que tienen una necesidad inmediata y están buscando activamente lo que ofreces”.

Lograr que más personas se haga ‘fans’ de una página en Facebook, o sigan una cuenta de Twitter o Instagram, va a hacer que tu marca y tus productos se conozcan más. Pero solo un sitio web bien indexado en Google va a lograr mostrarle tu producto a las personas que lo quieren comprar, justo en el momento en el que lo están buscando.

Sus herramientas son muy limitadas

Las redes sociales ofrecen pocas posibilidades de personalizar el aspecto y las opciones de tu tienda en línea. Muchas veces no vas a poder publicar más que una foto y algo de texto. No vas a poder poner mejores opciones de entrega, tiempos, dimensiones o cualquier otro detalle importante que les permita a tus clientes obtener exactamente lo que están buscando.

Además, el servicio al cliente es totalmente manual. Tendrás que atender a las personas una por una, con pocas opciones de poner respuestas prefijadas o de hacerle seguimiento a cada caso de manera profesional y completa. Si tu volumen de ventas aumenta, esa manera de comunicarse con los clientes es insostenible.

Si no tienes una tienda más allá de las redes sociales, tampoco vas a poder implementar pagos en línea de manera confiable y profesional. Tus clientes tendrán que encontrar maneras manuales de pagarte, y eso se puede prestar para problemas y hacerte perder negocios: una persona muy ocupada quizás decidirá no comprar tus productos si le toca ir al banco a pagarlos.

Tampoco vas a poder hacer promociones, ni ofrecer cupones, ni obtener tanta información de tus clientes como te lo permitirá un sitio web. Esto último es fundamental para cualquier negocio en internet: saber cómo llega la gente a tus productos y cuánto tiempo pasan en el sitio te permite tomar decisiones más estratégicas para tu negocio. No vas a poder obtener esa clase de información desde una página en Facebook o en Pinterest.

Hay algunas herramientas que te permitirán montar una tienda un poco más personalizada en Facebook, pero todas ellas palidecen frente a las múltiples opciones que tienen las plataformas de e-commerce que se pueden instalar en una página web. Por ahora, esa es la única manera posible de aprovechar del todo las ventajas que ofrece internet para los negocios.

Tu negocio se va a ver más profesional

Se entiende que si alguien tiene un negocio muy pequeño, que hace en su tiempo libre y que no tiene muchas pretensiones, monte una página en Facebook y no se esfuerce mucho. Pero cuando hablamos de una empresa consolidada, que le dedica a ese negocio todo su tiempo y su esfuerzo, resta mucha seriedad que el único canal sean las redes sociales.

El primer caso es análogo al de la señora que trae alguna ropa del extranjero y la vende entre sus contactos. Para esa clase de pequeños negocios, no está tan mal usar solo las redes sociales. Pero si se tratara de una tienda consolidada, que quiere vender volúmenes importantes y proyectar una imagen atractiva y profesional a sus clientes, lo mínimo que debe tener es un local bien organizado. O, en el mundo de internet, una tienda en línea ‘con todas las de la ley, con su propio dominio .com.co y una identidad de marca bien definida.

¿Qué elementos tiene una tienda de estas? Un dominio propio .com.co, que te permita tener un buen posicionamiento en los motores de búsqueda y unifique toda tu imagen, tus correos electrónicos y tu presencia en la red. Este dominio lo puedes adquirir en www.cointernet.com.co. Un diseño atractivo, fácil de navegar y que haga que tus productos sean el centro de atención de los usuarios. Un servicio al cliente ágil y amable, que te permita atender cualquier eventualidad y mantener satisfechos a tus compradores. Y, cómo no, unas redes sociales que la acompañen y hagan una excelente labor de mercadeo.

Además, si tu negocio crece, vas a necesitar tu propio sitio web. ¿Por qué no comenzar con esa tarea de una vez?

Imagen: Twin Design (vía Shutterstock).