La capacidad de liderazgo de las personas determina qué tan lejos pueden llegar profesionalmente. Mientras más capacidades tengas como líder, más alto estará tu techo, porque después de cierto punto necesitarás la ayuda de otras personas para cumplir tus metas. Te contamos qué cualidades debes cultivar para llegar a ser un buen líder.
1. Tiene la capacidad de influir en la gente
En su libro ‘Las 21 leyes irrefutables del liderazgo’, John Maxwell dice que “la verdadera medida del liderazgo es la influencia; si no tienes influencia, nunca podrás dirigir a otros”. Y menciona el caso del príncipe Carlos de Inglaterra y su ex esposa Diana. Carlos tenía el título importante, pero era ella quien tenía influencia sobre la gente. “El verdadero liderazgo no puede ser otorgado, nombrado, ni asignado. Solo procede de la influencia, y esta no puede imponerse; debe ser ganada”, explica Maxwell.
2. Su visión es clara y convincente
En su libro ‘Liderazgo al más alto nivel’, el experto en el tema Ken Blanchard dice que el liderazgo consiste en ir hacia algún lado; por eso, “si usted y sus colaboradores no saben hacia dónde van, su liderazgo no importa”. Según el experto, no compartir la visión lleva a que las personas se vean abrumadas por la multiplicidad de prioridades y la duplicación de esfuerzos. “Una visión ayuda a las personas a decidir de manera inteligente, pues toman decisiones con el resultado final en mente”, dice.
3. Es un buen comunicador
La revista Forbes explica que la comunicación es una herramienta fundamental para que un líder pueda lograr sus objetivos cada día. No es posible ser un gran líder si no se es un gran comunicador. Un buen comunicador inspira a la gente, y crea una conexión emocional con las personas. “Ellos forjan esta conexión gracias a que entienden a las personas y tienen la habilidad de hablar directamente a sus necesidades de una manera que ellas están dispuestas a escuchar”, dice la publicación.
4. Toca el corazón antes de pedir la mano
“Uno no puede hacer que la gente actúe si primero no conmueve sus emociones; el corazón es primero que la mente”, afirma John Maxwell. Agrega que cuando el líder se ha esforzado por conectarse con su gente, uno lo percibe en la forma en que funciona la organización.
En el libro ‘Love is the killer app’, Tim Sanders dice que en el mundo de los negocios lo más importante no es lo que la gente piensa de usted, sino lo que la gente siente por usted. La gente primero apoya al líder y luego la visión.
5. Inspira confianza
Stephen Covey dice en el libro ‘Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva’: “Cuando trato de usar estrategias de influencia para que los otros hagan lo que yo quiero, o trabajen mejor, o yo les guste, nunca podré tener éxito a largo plazo si mi carácter en esencia es imperfecto, y está marcado por la duplicidad y la falta de sinceridad. Mi duplicidad alimentará la desconfianza y todo lo que yo haga se percibirá como manipulador. No importa que la retórica y las intenciones sean buenas: si no hay confianza o hay poca, fallarán las bases para el éxito permanente”.
6. Trata bien a su gente
La revista Forbes dice en un artículo: “Los grandes líderes son generosos. Ellos comparten el crédito y ofrecen elogios entusiastas. Están comprometidos con el éxito de sus seguidores tanto como con el propio. Ellos quieren inspirar a sus empleados para que logren su mejor desempeño no solo porque eso crea equipos exitosos, sino porque se preocupan por cada uno de sus colaboradores”.
Pero tratar bien a su gente no quiere decir que un líder no deba ser estricto y exigente. Ken Blanchard dice en el libro ‘The One Minute Manager’ que el líder debe comenzar por dejar muy claro cuáles son las responsabilidades de un nuevo empleado, cuáles son los resultados esperados, y luego debe hacer seguimiento a su rendimiento (especialmente al comienzo). Cuando vea cosas buenas, debe alabar a la persona y decirle específicamente qué hizo bien. Pero cuando vea un desempeño pobre, debe hacer lo mismo: decirle qué hizo mal.
Por su parte, Robin Sharma dice: “Una cosa es ser sincero y otra ser grosero. Uno puede hablar con sinceridad si lo hace de forma respetuosa y sin herir al interlocutor en su amor propio. Las palabras tienen poder, y las negativas no se olvidan”.
7. Prioriza de forma obsesiva
que “hay que centrarse de forma obsesiva. Los mejores líderes se centran en las tareas realmente imprescindibles, dedican una concentración casi marcial a las mejores oportunidades y se niegan a que ninguna otra cosa los desvíe. Tienen la disciplina para seguir su curso y decir no a todo los demás. Hay que eliminar de la jornada todas las actividades que no sean primordiales. Se debe utilizar cada minuto del tiempo para hacer sólo aquello que lo acercará al punto al que quiere llegar. El 80 por ciento de los resultados provienen del 20 por ciento de las actividades, así que debe concentrar toda la atención en esas pocas acciones que lo acercan a sus prioridades. Eso reducirá el estrés y la complejidad del día a día”.
Imágenes: FelixMittermeier y Free-Photos (vía Pixabay)