Chicas guapas, gadgets alucinantes y autos fantásticos siempre han sido una parte intrínseca del encanto del Bond. James Bond. Aunque durante nuestra estadía en Detroit no tuvimos la oportunidad de pasar el rato acompañados de mujeres espectaculares ni probamos relojes capaces de acabar con cualquier villano, sí tuvimos el privilegio de conocer al Aston Martin DB5, uno de los más recordados autos de Bond y también uno de los más recurrentes a través de sus películas.
El carro que estaba en demostración es el mismo que fue usado en la película Goldfinger de 1964, una de las más memorables para los seguidores del agente 007. En ese filme, Sean Connery interpretaba a Bond e hizo justicia con un auto que además de ser veloz y hermoso era letal gracias a la multitud de ‘gallos’ que le metió Q, el brillante científico detrás de los juguetes que le salvan la vida a Bond y son el terror de quienes se cruzan en su camino.
El auto estaba presente para demostrar lo lejos que ha llegado la tecnología en los carros y que algunas de las fantasías de Hollywood e Ian Flemming, autor de los libros de Bond, fueron visionarias. Por ejemplo, el auto tiene una pantalla que sirve de radar en la película, muy similar a los sistemas de GPS que hoy en día se encuentran en muchos vehículos. También incluye un teléfono, cosa que efectivamente llegó a los autos del siglo XX pero que hoy en día ha sido reemplazado por los celulares.
El Aston Martin DB5 también incluye algunas tecnologías que, lastimosamente, aun no son realidad y que para bien o para mal muchos conductores disfrutarían. Todavía no hay carros con metralletas calibre 30 debajo de las luces delanteras ni rines que despliegan barras de acero para pinchar al auto de al lado.
Tampoco es posible adquirir un vehículo con escudo antibalas para el vidrio trasero o uno que tenga mangueras que tapan con humo la carretera y se encuentran escondidas bajo los faroles de frenos. Y para el pesar de quienes no tienen tolerancia con sus pasajeros, no hay una opción para que un carro venga con una silla que sale disparada por el techo para echar a las malas a quienes no se comporten.
Quizás en un futuro algunas de estas tecnologías llegarán a ciertos vehículos (eso sí, ojalá las metralletas nunca se asomen por un trancón bogotano), pero para aliviar las ganas los dejamos con esta galería que muestra muy de cerca una de las leyendas sobre ruedas de Hollywood.
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Goldfinger es de 1964.
Saludos
Gracias, ya lo corregimos.
Goldfinger es de 1964.
Saludos
Gracias, ya lo corregimos.