Por estos días se habla mucho del 5G, la tecnología de conectividad móvil de datos que va a remplazar 4G y que, se estima, va a llegar a Colombia en unos 5 años, aunque ya se está ofreciendo en algunos países, como E.U. y el Reino Unido.
Esta conectividad celular se basa en ondas digitales milimétricas, en lugar de las microondas de las que se componen el 4G y las anteriores. Esto quiere decir que las antenas requeridas para su uso son bastante más pequeñas que las que se hallan instaladas para 4G y 3G. Espero que no se sigan promoviendo movimientos contra la instalación de antenas, y menos contra las de 5G, a la vez que se elevan quejas por el mal servicio de los operadores. Sin antenas no puede haber una buena conectividad.
Las velocidades ofrecidas por las redes 5G son mucho más rápidas que las que se encuentran ahora en 4G. Para solo mencionar lo que especifica la International Telecommunications Union (ITU), la velocidad de subida debe estar cerca de los 10 gigabytes y la de bajada, de los 20. Para dar un ejemplo, se podría bajar una película de alta resolución en segundos. La latencia, es decir, lo que se demora un mensaje en llegar después de ser enviado, se estima en 1 milisegundo.
Con el 5G, el Internet de las Cosas y las ciudades inteligentes deberán ser un hecho, pues la conectividad dejaría de ser el obstáculo que hoy es. El Estado deberá ser estricto en el cumplimiento de la instalación de las antenas, sin las cuales ningún proyecto saldrá al otro lado de forma exitosa.
Aquí, según el Ministerio TIC, la prioridad es consolidar el 4G en todo el país para después entrar a pensar en el 5G, el cual se estima que entrará masivamente en cinco años, con aplicaciones y servicios diferentes, gracias a su rapidez, siempre y cuando la seguridad jurídica y normativa que hoy existe se cambie y se promueva la llegada de las inversiones necesarias, que van a ser bien altas, para que llegue el 5G.
Publicado con autorización de El Tiempo.
Imagen: Racksuz (vía iStock).