La página de la registraduría está quebrada. ¿Con qué la curaremos? Con excusas baratas, parece ser.
Ayer, durante una buena parte de la mañana, la página de la Registraduría Nacional dejó de funcionar. Una falla gravísima, pues a esa misma hora millones de personas querían verificar cuál era su lugar de votación o qué mesa les había sido asignada.
Y aunque no podemos culpar del todo a la página de la Registraduría por una abstención del casi 50% en las urnas (ya que el no ir a votar precede a la falta de previsión de las entidades del Estado), lo cierto es que no ayuda el hecho de que las herramientas digitales creadas para ayudar a las personas a votar no funcionen. Con este tipo de problemas lo único que se da es más excusas, se motiva a la pereza y, lo más importante, perpetua esa idea de que en este país del sagrado corazón nada funciona cuando más se lo necesita.
Quizás más molesto que es la verdadera razón por la que la página no estuvo funcionando. Después de horas sin respuesta, Alexander Vega Rocha salió a decir que la razón no había sido una falla en la infraestructura, sino que insinuó que fue producto de ataques a la plataforma: “No hubo falla técnica. Hasta ayer se registraron 30 millones de consultas y hoy otros 4 millones, para un total de 34 millones de consultas”, aseguró en su momento.
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Hoy amanecemos con aseveraciones de la Fiscalía, vía Blue Radio, que nos dicen que no se trató de un ataque, sino de una falla técnica y que lo que dijo ayer el registrador no fue más que una manera de excusar lo inexcusable. Lo mínimo que esperamos ahora es que al menos la investigación respecto a la falla resulte mucho más confiable que la página de la registraduría.
Porque, independiente de la causa, lo que pasó el fin de semana con la página de la registraduría es inexcusable. Si efectivamente se trató de un ataque, la pregunta que nos hacemos era cómo las entidades de control no tenían preparadas alternativas de comunicación y restablecimiento del sistema. La falla no duró 15 o 20 minutos, sino que casi toda la mañana estuvo sin servicio ¡Toda una mañana para resolver un problema que estaba afectando el funcionamiento del ejercicio democrático!
Si, por el contrario, fue un error de la plataforma, entonces lo que tenemos una falta de previsión frente a las realidades del país. Algunos culparán a los millones que este sábado a última hora decidieron revisar su sitio de votación. Pero es también responsabilidad del Estado el garantizar que las personas tendrán acceso a la información mínima que necesitan para acudir a las urnas e, igual de importante, estar conectados con la realidad para actuar de manera acorde, por ejemplo, anticipando que un domingo en la mañana será cuando la mayoría de personas que se acordaron de votar verificarán su lugar de votación.
Ahora, solo nos queda cruzar los dedos para que, a diferencia de en la política, las cosas cambien. Porque tenemos elecciones presidenciales en unos meses… y la falta de respuestas (o mejor dicho, la ausencia de una versión en la que podamos creer) no nos dan la mejor confianza en la Registraduría.
Imágenes: Alcaldía de Bogotá