Los innumerables emprendimientos que están surgiendo en el mundo, pero haciendo referencia a los que nacen en nuestro país, exigen que los que generan, modifican y controlan las leyes sean mucho más dinámicos y abiertos para poder entender este mundo digital y las implicaciones normativas que pueda tener, para hacer que crezcan fácil y sin obstáculos.
No es sino leer la entrevista publicada en ‘Portafolio’ con el CEO de Millicom, quien afirma que las condiciones legales para que los operadores de telefonía celular inviertan en el país no son las mejores. Al contrario, esa inestabilidad está haciendo que muchas compañías de tecnología lo piensen dos veces antes de venirse al país, debido a los grandes huecos legislativos que hay en la regulación de este sector, en especial las telecomunicaciones. Por esto no se ha sacado la subasta de los 700 megahercios, y la implementación de 5G está bastante demorada desde hace ya varios años.
Están consolidándose muchas aplicaciones ‘fintech’ –las que tienen que ver con el mundo financiero– que requieren una legislación flexible y adecuada para la dinámica de estas apps, que ofrecen servicios que antes no se creían posibles.
Solo para dar un ejemplo, no es sino ver lo que sucede con Uber. Nada. Siguen siendo vandalizados por los taxistas; sus carros, inmovilizados porque los cavernarios ejecutivos de los gobiernos anteriores no han sido capaces de hacer nada para que ese servicio, que beneficia a muchos colombianos, se pueda prestar de una forma tranquila. Esperamos que en estos cuatro años se sacudan, entiendan qué es todo lo que viene y se comporten adecuadamente para que puedan surgir bien.
Es difícil para el común de la gente, entre ellos los del Gobierno, imaginarse los servicios futuros que se van a ofrecer en ‘apps’ y en forma digital. Esto no los excusa de comprender sus beneficios y pavimentar el camino legal para que puedan ser utilizados sin trabas, una vez salgan al aire.
Los reguladores deben estar a la altura de la evolución de la tecnología
Los gobiernos que vienen, incluyendo este, tienen este reto, y es claro que no solo recae sobre el Mintic, sino que los diferentes entes reguladores, Congreso, ministros y demás influenciadores, deben estar a la altura para que los beneficiados seamos los colombianos, así sean tocadas otras formas tradicionales de prestar servicios. Estas también deben actualizarse para estar a la altura de todo lo que viene en este mundo digital.
Publicado con autorización de El Tiempo.
Imágenes: Geralt (vía Pixabay).