Redacción Tecnología
La aprobación -en primer debate- en la Comisión Sexta del Senado de un proyecto de ley que se refiere al proceso de adjudicación del tercer canal y a la definición del estándar de TV digital para el país activó las alarmas de la Comisión Nacional de Televisión (Cntv) y del Ministerio de Comunicaciones.
Aunque la iniciativa tiene como objetivo fortalecer a la televisión pública y buena parte de su articulado gira en torno a este fin, a la Cntv le preocupa la incertidumbre jurídica que pueda generar, por ejemplo, entre los inversionistas interesados en el tercer canal privado.
Juan Andrés Carreño, director (e) de la Cntv, señaló ayer que la entidad ve con buenos ojos el proyecto, en especial, por su intención de fomentar la transparencia en el proceso de adjudicación de un nuevo canal nacional, fortalecer la estructura de la televisión pública, mejorar las finanzas del operador de TV estatal y definir el responsable de las mesadas pensionales de Inravisión.
Sin embargo, el funcionario no ocultó su preocupación por los cambios en las reglas del juego -de la adjudicación del tercer canal- que se puedan presentar durante el debate de este proyecto de ley en el Congreso.
La situación es más complicada si se tiene en cuenta que la primera fase para la adjudicación del tercer canal, consistente en la inscripción de los interesados en el Registro Único de Operadores (RUO), ya se puso en marcha y se cierra el próximo 31 de julio.
Por ahora, la Cntv seguirá adelante con el proceso. “Hoy existen unas reglas del juego vigentes y seguimos trabajando sobre ellas”, afirmó Carreño.
Bajo el cronograma actual, la Cntv espera tener listos los prepliegos de la concesión en noviembre próximo.
Consultado sobre la decisión de la Comisión Sexta del Senado de establecer un proceso de licitación pública para la definición del estándar de televisión digital, Carreño consideró que esta medida “no obedece a la realidad de la decisión que vamos a tomar, nosotros no estamos adquiriendo ningún bien o servicio, es un tema tecnológico en el que compiten los países y que yo sepa los países no entran en licitaciones públicas.
Se trata de una decisión de política pública con base en unos análisis técnicos y económicos”. Incluso, el comisionado se refirió a la posibilidad de que muchas de las ideas plasmadas en el proyecto se queden el papel, pues para el momento en que se vayan a debatir en la plenaria del Senado ya se habrá definido el estándar digital o abierto la licitación del tercer canal.
Subasta, una opción
Por su parte, el Ministerio de Comunicaciones hizo claridad ayer sobre el texto aprobado en el Senado. En primera instancia, la cartera señaló que el documento definitivo se refiere no solo a la posibilidad de usar el mecanismo de la subasta para seleccionar al concesionario del tercer canal, sino “cualquier otro que garantice una eficiente asignación del espectro radioeléctrico, tenga en cuenta los intereses nacionales, y maximice los recursos que ingresen por el proceso”.
Así mismo, el Ministerio indicó que por recomendación suya fue retirado del articulado original de la iniciativa una propuesta para dar prioridad a los inversionistas nacionales sobre los internacionales a la hora de adjudicar el tercer canal. “El artículo propuesto sugiere un trato discriminatorio de las ofertas extranjeras frente a las nacionales, proscrito por la Organización Mundial de Comercio y por el régimen nacional de inversión extranjera”, advirtió el Ministerio de Comunicaciones en su momento.
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