Tras las polémicas sobre el maltrato laboral en las fábricas de sus productos, Apple decidió coger el toro por los cuernos. La empresa le pidió a la ONG Fair Labor Association (FLA, Asociación por el Trabajo Justo) que inspeccione las plantas de producción donde se fabrican el 90% de sus productos y haga un diagnóstico independiente de sus condiciones de trabajo.
Las visitas comenzaron este mismo lunes en la planta de Shenzhen y se extenderán hasta la primavera del hemisferio norte, informó Apple en un comunicado. Según la empresa, “los hallazgos y recomendaciones que haga la FLA tras las primeras evaluaciones serán publicados a comienzos de marzo”. Las inspecciones incluirán plantas de las compañías Quora y Pegatron, que también elaboran productos para la compañía de la manzana.
Según su sitio web, la FLA es una organización sin ánimo de lucro que busca “mejorar las condiciones de trabajo en las fábricas alrededor del mundo”. Funciona desde 1999 y Apple se unió el pasado enero. Su labor será verificar que las plantas cumplan con una serie de estándares sobre las condiciones de trabajo, a los que deben ceñirse todos sus afiliados.
Tim Cook, consejero delegado, asegura que “las inspecciones no tienen precedente en la industria de la electrónica, tanto en tamaño como en alcance”. Para hacer su diagnóstico la FLA entrevistará a miles de empleados de Foxconn sobre sus condiciones de trabajo y su calidad de vida, e ingresará a sitios como fábricas y dormitorios. Según la empresa de Cupertino, Foxconn garantizó acceso total a todas sus instalaciones y procesos.
Aunque Apple ha estado en el centro de las acusaciones tras las denuncias de suicidios en las plantas productoras del iPhone en 2009, este no es el primer paso que ha dado para mejorar las condiciones de quienes fabrican sus equipos. La empresa ha publicado una auditoría anual a su cadena de producción desde el 2006, y en reacción a una denuncia hecha por The New York Times sobre las malas condiciones laborales, Cook respondió -en un correo a los empleados de la compañía- que “cualquier problema con nuestras condiciones de trabajo nos causa preocupación” y que “cualquier insinuación de que no nos importan es evidentemente falsa y ofensiva para nosotros“.
El anuncio ha sido bien recibido. Rosey Hurst, fundadora de Impactt, una compañía consultora en ética laboral que ha trabajado con Apple, dice en una columna de The Guardian que la iniciativa lleva a la industria a “un nivel sin precedentes de transparencia”, y a Apple a “liderar el sector” en ese aspecto.
Larry Dignan, editor en jefe de ZDNet, cree que “la medida es buena y podría iniciar una reacción en cadena en la industria de la tecnología”, aunque se pregunta “si alguna auditoría puede saber cómo son tratados los trabajadores de Foxconn”, una empresa cuya nómina se ha duplicado desde 2006 y que, según cifras publicadas por CNET, en 2010 empleaba a 935.000 empleados.
El periodista John Briggs, quien ha visitado las fábricas de Foxconn y ha escrito sobre ellas, se atreve a aventurar qué ocurrirá tras esta evaluación: “La FLA, sin duda, regresará con un reporte mencionando unos pocos trabajadores menores de edad, la recomendación de hacer dormitorios más grandes, y una calificación normal de, digamos, B- en términos de seguridad y cualidad de vida de los trabajadores”. Habrá que ver si acierta.
[…] de la compañía de la manzana y sucesor de Steve Jobs, hizo referencia a la polémica por las condiciones laborales en las fábricas chinas, dio cifras sobre iCloud, habló sobre Apple TV y explicó que la compañía sigue centrada en […]
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