La industria discográfica y la del cine cada día están más atentas a los contenidos que se publican en YouTube y las redes sociales, y no están dispuestas a dar el brazo a torcer ante quienes reproducen sus obras sin un permiso (tal vez no han entendido que si la gente difunde sus producciones, estas serán más exitosas). Por ello, en YouTube cada vez es más frecuente que, al intentar ver un nuevo video, este ya no se encuentre disponible porque el propietario de sus derechos lo hizo desactivar.
Para complementar el ‘martillo’ –la eliminación de videos subidos por sus usuarios–, YouTube ahora presenta la ‘zanahoria’: una ‘escuela de derechos de autor’ –YouTube Copyright School– con la que busca generar conciencia y cambiar la conducta de sus usuarios para que haya un uso legítimo de contenidos protegidos por derechos de autor. También actualizó el Centro de Derechos de Copyright, que incluye información más clara y completa sobre este tema.
En su blog oficial, YouTube explica que aspira a generar conciencia través del video de la escuela de derechos de autor, que en cinco minutos muestra a los personajes de la serie ‘Happy Tree Friends’ en situaciones similares a las que enfrentan los creadores de contenido y los usuarios de YouTube que publican videos. Así, el video explica de forma sencilla de qué se trata la propiedad intelectual, qué ganan los usuarios cuando respetan los derechos de autor, y también qué les sucede en YouTube si los violan –se trata de una especie de ‘ley de tres strikes’, que comienza con el borrado de un contenido y puede terminar con la suspensión de la cuenta de YouTube del infractor–. El video también enfatiza en los problemas legales y en las demandas que puede sufrir un infractor de los derechos de autor.
Cuando un usuario de YouTube recibe una notificación de que un contenido suyo ha sido borrado por violar derechos de autor, automáticamente es dirigido al video de la escuela, y al final deberá responder un cuestionario a través del cual se comprobará si entendió los conceptos del video. En caso de que el infractor pase el examen, podrá volver a subir videos a YouTube.
“Hoy comenzaremos a eliminar los historiales de infracciones de cuentas en ciertas circunstancias después de que se complete con éxito la YouTube Copyright School y se pruebe una trayectoria a largo plazo de buen comportamiento. La caducidad de las notificaciones no está garantizada”, se anuncia en el blog.
Hasta aquí, todo parece muy razonable y aparentemente todos ganan: las industrias creativas, como la discográfica y la del cine, lograrán que menos personas publiquen videos que violen sus derechos; YouTube reduce su dispendiosa y creciente labor de recibir quejas de los propietarios del ‘copyright’, eliminar contenidos del sitio, notificar a los infractores y cerrar cuentas de usuario; y los usuarios evitan el borrado de sus videos, la pérdida de su cuenta, y el riesgo de multas o de enfrentar problemas legales.
Sin embargo, YouTube omite un ‘pequeño detalle’ en su video y en toda la información relacionada: que el mundo está cambiando y que el ‘copyright’ ya no es la única forma como los autores quieren proteger y difundir sus contenidos. Olvida que existen el ‘copyleft‘ y las licencias Creative Commons, que permiten –y estimulan– la distribución, el reúso y la remezcla legal de contenidos por parte de los usuarios. Así que si los neófitos en la creación y el uso de contenidos empiezan a creer que esta escuela de YouTube les enseña toda la verdad, se estarán perdiendo de otras opciones más novedosas y abiertas que los tradicionales derechos reservados.
Aunque en 2009 YouTube anunció que estaba dando sus primeros pasos con las licencias Creative Commons, ni en la ayuda ni en la documentación de YouTube se encuentra información al respecto, por lo que si un creador quiere publicar un contenido y dejar que otros lo reutilicen o modifiquen, no encontrará una manera fácil de hacerlo.
Creo que la cara de Russell (el protagonista del video) durante casi todo el video dice mucho. A la gran mayoría de gente no le va a importar que el contenido no es de ellos, porque simplemente quieren compartirlo.
Me parece una tontería todo ese desgaste de tiempo y dinero en algo tan futil, cuando las disqueras, productoras de cine y demás empresas “afectadas” por este fenómeno se podrían dedicar a promocionar aún más los contenidos que tienen en la red. Casos como el de la película “Downfall” me parecen una tontería, siendo que la película ganó mucho más reconocimiento a través de esos videos.
Me parece terrible, y me da tristeza que pase eso en youtube… Esta semana me pasó con una canción de Antonio Vivaldi…. por Dios, ya ni siquiera música barroca de un compositor muerto hace mas de 200 años por que esa versión le pertenece (como si la hubieran compuesto) a una disquera.
Ni difusión ni creative commons ni nada!! Si no se “aprueba el quiz” de la escuela, adios cuenta y adios contenidos, todo para evitar ser demandados por las grandes multinacionales de medios.
PD: no encuentro la canción, tan pronto lo haga les dejo el link para que vean que sí es cierto