Si me preguntan cuál es el mayor problema que tiene Legends Arceus, mi respuesta no es que los gráficos no estén a la altura de lo que muchos esperaban. Tampoco es que su tutorial duré tres horas. Me gustaría que hubiera algo más que aprovechara su mundo abierto, pero no creo que sea una falla masiva.
No. Creo que el mayor problema que tiene Pokémon: Arceus está en el odio que recibe.
Un odio que, por cierto, parece emanar de una minoría que (hasta donde la experiencia me indica) proviene de personas que ni siquiera se han tomado la molestia de probar el juego, sino que se han quedado con el discurso de algún streamer o de un foro de Reddit. Porque, aunque las críticas que hacen merecen atención (y en algunos casos están justificadas) la proporción a la que han sido llevadas hacen que el debate sobre Arceus sea un baño bastante tóxico… y bueno, esto ya es un logro para el fandom de Pokémon.
Un juego normal, pero un gran juego de pokémon
Empecemos por reconocer lo necesario: Legends: Arceus no es un título perfecto. En temas gráficos es cierto que Game Freak pudo darle algo más de brillos a los ambientes que habitan sus pokémon y que sin duda el juego no es visualmente la maravilla más impresionante que existe.
También podemos reconocer que algunos de sus espacios se sienten algo… vacíos. Pese a estar llenos de pokémon, lo cierto es que muchos de los descubrimientos en Legends: Arceus se ven apagados cuando encuentras que unas ruinas escondidas o una cueva lúgubre… bueno, que al final solo tienen a los mismos pokémon de siempre, en vez de algún rompecabezas impresionante o algún secreto que haga sentir a su mundo como algo más especial.
Pero todo lo anterior parece haber sido exagerado o al menos llevado al límite en que parece que las personas están hablando de Cyberpunk 2077 y no de… bueno un juego que por todo lo demás está cumpliendo con la meta que necesita: ser un gran juego de pokémon.
Troll usa odio… no es muy efectivo
Me atrevo a decir que Legends: Arceus es un gran juego de pokémon, porque en términos de calidad de vida y propuestas para lo que puede hacer la franquicia, el título cumple con creces.
El primer paso es admitir lo diferente que se siente a los títulos tradicionales de pokémon. El descartar los líderes de gimnasio, las habilidades, la crianza y en general todos los elementos más competitivos para alguien que vive del online debería ser un castigo… y sin embargo no puedo dejar de soltar mi consola.
Y la principal razón está en que estas cosas que faltan se ven complementadas por una cantidad de mejoras de calidad de vida que son más que bien recibidas: la capacidad de cambiar movimientos en la marcha, sin objetos o tutores. El poder moverse en medio de la batalla permitiendo una mejor perspectiva de los combates, un verdadero mundo abierto que tiene pocas limitaciones (al menos en comparación de lo que hemos recibido hasta el momento), un juego que ofrece un abanico de opciones, la capacidad de ver información de los pokémon en vivo (de que género y nivel son, así como si son variocolor).
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Pero no es solo estas mejoras de calidad de vida, sino la sensación que deja este juego. Por primera vez en muchos años sentimos que Pokémon es algo más que la misma fórmula. Es un juego que se salta muchos de los elementos conocidos y agrega nuevos dentro de un mundo que ya no necesita atraparnos, porque a estas alturas ya nos tiene enganchados. Es un juego de pokémon que la mayoría (es decir, aquellos que se tomaron la libertad de jugar más allá de las primeras tres horas, en vez de llorar por lo largo que es el tutorial) sabrán apreciar por el potencial enorme que tiene… por esa capacidad de hacerte perder la noción del tiempo mientras intentas cumplir un objetivo para completar tu pokedex.
Lo peor de Pokémon Legends: Arceus es el odio, no porque el título no merezca la crítica que merece. Si no, porque al hacerlo se niega a Game Freak el reconocimiento de que por primera vez en años se han atrevido a hacer algo diferente, un juego que puede alimentar la franquicia principal o incluso convertirse en ella. Es enfocarse en esta conversación desgastada de que ya Pokémon no hace nada bien y que todos sus juegos son una desgracia, porque nos resulta más fácil odiar.
Lo peor de Pokémon Legends: Arceus es el odio, porque le da la razón a Game Freak en que ni siquiera los fans de pokémon saben qué hacer con la franquicia.
Imágenes: The Pokémon Company