El 27 de noviembre de 2009 el gobierno español, en ese entonces a la cabeza de Jose Luis Rodríguez Zapatero, presentó un proyecto que busca, entre otras cosas, dejar en manos de una comisión fijada por el gobierno, la posibilidad de cerrar en un plazo de 48 horas un sitio web que tenga archivos digitales protegidos por derechos de autor.
Pero el nacimiento de Sinde no vino solo. Miles de usuarios de Internet alzaron sus voces de protesta en contra del proyecto del gobierno español desde el mismo año en que fue presentado al congreso. En medio del debate sobre el control de la piratería en Internet, en marzo de 2010 llegó al Ministerio de Cultura de España una lista de casi 1.200 sitios web que incluían pequeños buscadores de ‘torrents’.
La iniciativa fue implementada por la Coalición de Creadores e Industrias Culturales y la idea principal era desbordar las pretensiones del gobierno de cerrar los sitios web que estén a favor de las descargas no autorizadas. Dentro del listado, los activistas incluyeron blogs, sitios de partidos políticos, de medios de información, de autores y de creadores.
La denominada ‘Lista de Sinde’ nació para demostrar al gobierno español que el cierre de sitios web que incluyen contenidos que fomentan las descargas no sirve para nada.
“La gente quiere compartir cultura y conocimiento (…) Tenemos la suerte de que en España la copia privada es legal, a diferencia de otros países, y hay un interés en compartir; los cambios legislativos no van a servir de nada porque el sentimiento que existe por compartir es muy fuerte”, comentó uno de los responsables del movimiento contra Sinde.
La iniciativa ha logrado mantenerse en pie hasta la actualidad pues incluso en el momento en que entró en vigor la ley Sinde, organizada por activistas de Internet, desde el sitio Hacktivistas.net, para ‘desbordar’ las pretensiones del Gobierno de clausurar aquellos sitios que favorezcan las descargas no autorizadas.
La idea, bautizada como ‘La lista de Sinde’, es animar a los autores de páginas web y blogs a incluir ‘widgets’ –pequeñas aplicaciones que se superponen en la pantalla– diseñados para buscar archivos de descarga en la Red. La finalidad es demostrar que el cierre de determinados sitios web por fomentar las descargas “no servirá de nada”.
El músico español Eme Navarro fue el encargado de hacer la primera denuncia una vez puesta en marcha la ley antidescargas española. Navarro presentó una notificación contra más de 200 sitios web que facilitan un enlace a una canción suya con derechos de autor, para mostrar de forma práctica la ineficacia de la ley. Utilizando los ideales de ‘La lista de Sinde’, el músico pretende demostrar que el cierre de determinados sitios web por fomentar las descargas no funcionará.
Según informaron algunos medios españoles, Navarro compuso una canción con todos los derechos reservados, el grupo Hacktivistas la puso a disposición del público en el sitio web Wertdeenlaces y después invitó a cualquier sitio web a enlazar y usar esa obra protegida sin permiso explícito del autor. El listado que presentó Eme Navarro incluyó los más de 200 sitios que enlazaron la canción sin permiso del autor.
La iniciativa continúa trabajando en contra de Sinde-Wert, una ley que pese a sufrir innumerables altibajos, entró en vigor el pasado primero de marzo.
En España los piratas están indignados. Hay mucho vago en España exigiendo sus derechos a vivir de los demás… lo que hace el asistencialismo es crear toda una generación de haraganes y flojazos, estos quieren vivir en un mundo en donde solo se tienen derechos y no hay obligaciones.
En España los piratas están indignados. Hay mucho vago en España exigiendo sus derechos a vivir de los demás… lo que hace el asistencialismo es crear toda una generación de haraganes y flojazos, estos quieren vivir en un mundo en donde solo se tienen derechos y no hay obligaciones.