Las unidades antiterrorismo del mundo podrían beneficiarse muy pronto de un invento desarrollado por tres investigadores de la Universidad de California.
Se trata de un pequeño sensor, del tamaño de una moneda, que gracias a su construcción en cobre y cobalto y al uso de películas ultrafinas, tiene una alta sensibilidad y tiempos de respuesta muy rápidos, lo que le permite detectar cantidades imperceptibles de vapores de peróxido (uno de los elementos más usados en los explosivos).
Hasta el momento, los sensores antiexplosivos eran muy grandes y costosos, mientras que el nuevo invento, además de pequeño, costará menos de un dólar cuando se inicie su producción en serie cuando le sea otorgada la patente a la Universidad de San Diego.
]]>