La propuesta de cerrar la CNTV fue planteada la semana pasada por el presidente Álvaro Uribe tras los numerosos escándalos que han sacudido la entidad en los últimos días.
El comisionado de televisión Ricardo Galán calificó de “miope e ingenuo” el pensar que con el cierre de la Comisión Nacional de Televisión se solucionarán los problemas de la TV colombiana.
En su lugar, dijo Uribe, las funciones de la CNTV deberían ser asumidas por una comisión técnica de regulación de telecomunicaciones adscrita al Ministerio. Galán, quien llegó a la CNTV precisamente en representación del Gobierno y luego de haberse desempeñado como el jefe de prensa de la Casa de Nariño, escribió que “no faltará quien haga fiesta y cobre la decisión como ‘su gran aporte a la TV Nacional’, pero los problemas reales, los de fondo, seguirán ahí”.
Para Galán, “el verdadero problema está en la Constitución y en las demás normas que rigen a nuestra televisión”. A través de su blog Libreta de apuntes (www.rgalan.net), el comisionado explicó que la Constitución le dio representación en la Cntv a unos sectores de la sociedad que no existen, son incapaces de ejercer su representación o simplemente la mal interpretan.
“En la Junta directiva de la CNTV tienen asiento sectores fundamentales como los padres de familia que carecen de una organización capaz de elegir un vocero real. Los periodistas, que somos muy eficaces para criticar, pero le tenemos fobia a asumir responsabilidades. Las universidades, que no van más allá de pedir recursos para canales que nadie ve o adelantar estudios académicos que, cuando los terminan, acaban arrumados por ahí, sin aportar absolutamente nada al desarrollo de nuestra TV”, destacó.
Así mismo criticó a la televisión comunitaria, de la que dijo “no es cosa diferente a un conglomerado de microempresas de televisión por cable que juegan al equilibro entre la ilegalidad, la piratería y la politiquería”.
Galán también se refirió a los períodos de dos años por los que son elegidos los comisionados, tiempo que califica de muy corto, pues los comisionados elegidos popularmente (tres de los cinco comisionados) “pasan un año tratando de aprender; otro tratando de reelegirse; uno más ejerciendo el cargo, más o menos juiciosos; y un último, intrigando para elegir a su sucesor. Eso cuando no les da por interferir en la elección de los demás, porque en la CNTV cada año hay elecciones”, señaló Galán.
Hace algunos días la directora de la CNTV, María Carolina Hoyos Turbay, también se había opuesto a la propuesta del presidente Uribe, aclarando que era más partidaria de una reforma que de su cierre.
En su momento, Hoyos defendió la CNTV y recordó que ésta desarrolló la industria de la TV, al punto de que hoy hay 669 operadores. No obstante, reconoció que uno de sus líos es la elección de los comisionados.
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