Iván Luzardo
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Los archivos fotográficos de la legendaria revista estadounidense Life, algunas de cuyas imágenes se convirtieron en íconos del siglo XX, están ahora disponibles en Internet, anunció el grupo de prensa Time, propietario de la antigua revista. Life, una de las más reconocidas y legendarias publicaciones estadounidenses, busca con este proyecto abandonar su bajo perfil como consecuencia de su salida del mercado hace algunos años y convertirse en uno de los mayores referentes de los medios en Internet.
Gracias a un convenio con el gigante de las búsquedas en Internet, Google, Life presentó un archivo en línea y gratuito que busca poner en la Red unos diez millones de imágenes, entre las que se encuentran las colecciones completas de los cerca de 100 fotógrafos de planta que tuvo la revista como Alfred Eisenstaedt, Gjon Mili y Nina Leen. La muestra incluye fotografías y grabados de propiedad de la revista Life, producidos desde el año 1750.
Según un anuncio publicado en el blog oficial de Google por el ingeniero de software Paco Galanes, este es un esfuerzo más de la compañía por llevar fotos de los archivos a la Red, inspirado en “nuestra misión de organizar toda la información del mundo y hacerla accesible y útil para todas las personas”. Aunque en la actualidad solo el 20 por ciento de la totalidad del material está disponible, Galanes afirmó que se espera completar el archivo durante los próximos meses.
Uno de las características atractivas de esta iniciativa es que cerca del 97 por ciento del contenido no estaba disponible al público, por lo que será posible acceder a las obras de grandes nombres del sexto arte, como Margaret Bourke-White, Gordon Parks o W. Eugene Smith. También figura el filme de un aficionado que registra el asesinato del presidente estadounidense John Fitzgerald Kennedy en 1963 por Abraham Zapruder.
Time indicó que las cerca de 10 millones de fotografías estarán visibles desde un sitio dedicado de Google (images.google.com/hosted/life), y a través del buscador específico de imágenes de este gigante de Internet, Google Image.
Así mismo, aclaró que el archivo incorpora solo trabajos cuya propiedad intelectual es de Time, por lo que muchas de las fotos que aparecieron en la revista quizás no estén en él. El sitio se encuentra clasificado por décadas y cuenta con un buscador, para facilitarles a los visitantes encontrar fotografías determinadas. También ofrece categorías como gente, lugares, eventos, deportes y cultura. En los resultados de búsqueda se pueden encontrar los contenidos en alta resolución y con tan solo dar clic en las fotos es posible ampliarlas y descargarlas al computador.
La compañía describió su archivo digital como “una de los más grandes proyectos de escaneo de imágenes que se haya realizado”, con millones de fotos disponibles de inmediato y otras que se agregarán con el tiempo.
Las fotos son gratis para usarlas de manera personal y sin fines comerciales, si bien Time mantiene los derechos, propiedad y manejo comercial de dichos contenidos.
Negocios de por medio
Analistas del sector afirman que, con este proyecto, Time y Google van más allá de crear un servicio atractivo y buscan constituir una posible fuente de ingresos. Mientras que Time quiere dirigir tráfico hacia su próxima unión de negocios con el proveedor de fotografías Getty Images, Google espera finalmente solucionar algunos problemas que ha tenido haciendo dinero a través de su buscador de imágenes.
De esta manera, el acuerdo entre Time y Google incluye ingresos compartidos por publicidad. Por lo pronto, la única ganancia evidente para las dos compañías consiste en la venta de las fotografías enmarcadas en alta resolución. Las personas pueden elegir una de las imágenes, escoger el color del marco y el tamaño de la foto, con precios que van desde los 80 hasta los 110 dólares, dependiendo de las dimensiones que se deseen.
Sin embargo, el presidente de Life, Andy Blau, expresó que la única intención de la compañía es generar tráfico hacia el sitio Life.com y que las imágenes estén disponibles a un amplio público. “Cualquier objetivo aparte de este es secundario”, concluyó.
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