Si la unificación de estándares es el futuro de la tecnología –hay quienes así lo creen–, entonces es innegable que el lanzamiento del USB tipo C es una de las innovaciones más importantes del 2015. Esta especificación de conectores es reversible, por lo que el usuario puede conectarlo en cualquier dirección. Pero su aporte no se limita únicamente a la comodidad.
El USB tipo C fue presentado por el USB Implementers Forum e Intel en el pasado CES, y desde ese momento no ha hecho más que ganar ‘adeptos’. ¿Por qué? El C es un estándar que, además de servir como cargador, permite transferir todo tipo de señales con el mismo cable. Y lo hace a una velocidad mucho mayor a la que estamos acostumbrados hoy en día.
El año pasado, muchas marcas aceptaron la funcionalidad del USB 3.0 y lo empezaron a incluir en sus productos. Primero, Apple decidió utilizarlo en el puerto de carga de su nuevo MacBook con pantalla de 12 pulgadas. Luego, Google hizo lo propio con el esperado Chromebook Pixel versión 2015.
Fue así como el USB tipo C se empezó a tomar la industria: Asus lo incluyó en su nuevo Transformer Book, HP en el último Pavilion x2 y Dell en la nueva tablet XPS 12 –¡con dos puertos!–. Los fabricantes de smartphones tampoco se quedaron atrás y por eso esta especificación puede encontrarse en el OnePlus 2, en los Lumia 950 y Lumia 950 XL, y posiblemente en el esperado Galaxy S7.
Imagen: TechStage (vía Flickr).