‘Freemium’, ¿el nuevo modelo de aplicaciones?

Ovi Store
Las nuevas tiendas de descargas digitales permiten varios modelos de negocios.
La popularidad de las tiendas digitales está creciendo. El 'freemium' es un nuevo modelo que permite al usuario probar la aplicación antes de pagarla.

Ovi Store Nokia
Las nuevas tiendas de descargas digitales permiten varios modelos de negocios.

Según Chris Anderson, editor en jefe de Wired, Internet está ‘muriendo’. Está entre comillas porque no es una muerte, sino una transformación. Asegura que la sociedad está pasando de la red abierta y libre a una serie de aplicaciones cerradas y con valor agregado traducido en servicios más personales. El movimiento está impulsado por los dispositivos móviles como los celulares y los tablets.

El problema, para el consumidor, es pasar de un modelo básicamente gratuito como es la Web a un modelo de pago como son las aplicaciones cerradas que hay en App Store de Apple, Ovi Store de Nokia o de Android Market. En Colombia, la mayoría de gente no está dispuesta a pagar por software. La prueba reina se puede ver un sábado por la tarde en Sanandresito –una zona comercial muy popular en distintas ciudades colombianas– y en las calles aledañas a Unilago –el centro comercial de tecnología más tradicional del país–.

En una mesa redonda de Nokia World 2010, se discutió cuál era el modelo ideal para comercializar estas aplicaciones a un público acostumbrado a no pagar. “Tenemos que dejar que el consumidor pague a medida que vaya creciendo la satisfacción con la aplicación”, dijo Miikka Kukkosuo, de Digital Chocolate.

Esa es la base del modelo ‘freemium’; dejar al consumidor probar la versión ligera de la aplicación y después cobrar por una más robusta o por aspectos adicionales. Los juegos son un gran ejemplo de este modelo. En el App Store, uno puede bajar la versión ligera y si le gusta, pagar por la versión completa.

En Nokia World 2010, la empresa finlandesa lanzó la función de poder hacer cobros desde las aplicaciones. Ahora, un usuario puede comprar un nuevo ‘poder’ desde el juego mismo. No tiene que salir de la aplicación y comprarlo desde la tienda. Así las empresas pueden ofrecer el juego gratuitamente y cobrar a medida que vaya creciendo el interés por mejorar. “Con este modelo podemos atacar a una mayor audiencia, ya que todo el mundo puede pobrar el juego y si les gusta, pueden pagar”, comentó Richard Hazenburg, presidente de Lunaforte, una empresa dedicada a crear juegos para móviles.

“Las aplicaciones ‘freemium’ incrementan los pagos ‘premium’”, aseguró Hazengurd. Pero el beneficio del modelo ‘freemium’ no sólo se ve en ventas. Para Mikael Hed, presidente de Rovio, “con las aplicaciones gratis, estamos fortaleciendo la marca para después monetizar eso con aplicaciones más completas”.

La principal conclusión del coloquio es la necesidad de ir creando nuevos modelos de negocio para las aplicaciones. Además de ‘freemium’, hay empresas que creen en aplicaciones, especialmente juegos, asociadas con una marca (‘advergaming’) o en el despliegue de publicidad. Todavía no se sabe cuál sea el modelo más apropiado, y menos para regiones con serios problemas de piratería como Colombia y Latinoamérica. Pero parece ser que varios desarrolladores creen en ‘freemium’.

Mateo Santos

Mateo Santos

En vez de un tetero, nací con un Mac Classic en mi cuarto. Esa caja con pantalla en blanco y negro fue mi primera niñera. Por ahí, también rondaba un balón de fútbol y una camiseta de Millonarios. Desde ese día, sabía que la tecnología y el fútbol iban a ser mi estrella de Belén. El primer juego que tuve en mis manos fue Dark Castle, también en un Macintosh. No me gusta la música. Soy un amante escéptico de la tecnología. Hago parte del proyecto de ENTER.CO para llenar el vacío en información de tecnología que hay en América Latina, o como dirían los enterados, en LATAM. Me gradué de Administración de Empresas en los Andes y después hice una maestría en periodismo en la Universidad Europea de Madrid.

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