El comercio social (Social commerce) es la unión de las tendencias de redes sociales y comercio electrónico, y podría convertirse en una oportunidad de crecimiento para las marcas. La integración de compras a través de redes sociales viene desarrollándose con mayor fuerza y parece ser una tendencia que perdurará.
La inmediatez y la conveniencia de las compras en línea han llevado a un crecimiento masivo del comercio electrónico. Adicionalmente, el distanciamiento social y los pedidos para quedarse en casa en medio de la pandemia del COVID-19 impulsaron aún más su popularidad. Según un pronóstico de Insider Intelligence, el tiempo promedio que se pasa por día con las redes sociales aumentó de 56,23 minutos en 2019 a 65,44 minutos en 2020. Es decir, las personas pasan cada vez más tiempo en redes sociales y realizan más compras en línea. Por lo tanto, el comercio social parece la lógica respuesta para incrementar las ventas y el reconocimiento de las marcas.
El aumento en el comercio electrónico combinado con el crecimiento del 16,4% en el uso de las redes sociales año tras año alentó a las empresas a recurrir al mercadeo de influencia y al contenido generado por los usuarios para promover el conocimiento de la marca. Y a medida que las marcas continúen aprovechando las integraciones de compras en las redes sociales, los millennials expertos en tecnología y la generación Z, que están familiarizados con el contenido de los influenciadores y están motivados por él, probablemente se involucrarán con el comercio social con más frecuencia.
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Específicamente, el comercio social se refiere a cuando la experiencia de compra de un consumidor ocurre directamente en una plataforma de redes sociales. También puede incluir hacer clic en enlaces en una red social que conducen a la página del producto con una opción de compra inmediata. Por lo anterior, es cada vez más común ver los llamados a la acción como “Deslice hacia arriba para comprar” o “Link a la tienda en bio”.
El contenido generado por los usuario ha ganado en importancia para los especialistas en mercadeo. Este contenido amigable para el espectador, combinado con los pasos apropiados de llamado a la acción, ha sido una bendición tanto para los anunciantes. Además de estas oportunidades orgánicas, las empresas deben tener en cuenta a los influenciadores al planificar su estrategia de comercio social.
Facebook, Instagram, Pinterest, TikTok y Twitter son las principales redes sociales que han ido agregando funcionalidades de comercio electrónico, fusionando estas dos tendencias.
Según el informe Social Commerce 2021 de Insider Intelligence, el comercio social será una fuente clave del crecimiento del comercio electrónico en los Estados Unidos, y China ofrece una hoja de ruta para la innovación. La plataforma WeChat de China será el modelo que buscarán las empresas y marcas al construir una estrategia de comercio social. Al permitir que los comerciantes alberguen escaparates virtuales en la plataforma, WeChat funciona como una ventanilla única para el comercio electrónico.
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Si bien los consumidores pueden conectarse en línea para buscar un producto que necesitan, el comercio social podría llenar un vacío cuando las personas se conectan sin saber lo que están buscando o incluso sin tener la intención de comprar. A través de las plataformas de redes sociales, las marcas y las empresas buscan ayudar a los consumidores con el descubrimiento de productos.
En conclusión, emprendimientos, startups y empresas de cualquier nivel necesitan comprender mejor las oportunidades que ofrece el comercio social. Lo anterior, con el objetivo de hacer crecer sus ventas y posicionar sus marcas de forma orgánica.
Imagen: Cristian Dina en Pexels.