Elon Musk consiguió su objetivo: su cohete Falcon 9 pudo ir al espacio y volver a la Tierra sin complicaciones. A pesar de que el Blue Origin de Jeff Bezos logró dicha meta hace un mes, la nave de SpaceX es más grande, rápida y alcanzó una distancia más lejana, haciendo de esta una hazaña que redefinirá el futuro de los viajes espaciales.
Después de meses de preparación y con el recuerdo de la misión fallida de junio –que llenó a Musk de incertidumbre–, el Falcon 9 aterrizó con éxito y en posición vertical sobre una base sólida en Cabo Cañaveral (Florida) donde se ejecutó el proyecto. La carga a bordo de este cohete incluía 11 satélites, que fueron desplegados sin problema.
Quartz explica la importancia de este viaje para las compañías espaciales privadas, ya que que dichos satélites son propiedad de un cliente de SpaceX, Orbcomm, que es una empresa de comunicaciones independiente, cuya sede es en Nueva Jersey. En definitiva, el espacio dejó de ser exclusivo para los gobiernos.
El espacio dejó de ser exclusivo para los gobiernos
El aterrizaje del Falcon 9 cambiará la forma en la que se planean las misiones espaciales, en términos económicos. Como expone The Verge, Musk asegura que este cohete reutilizable cuesta 16 millones de dólares, mientras que el combustible solo vale $200.000 dólares. Los precios de lanzamiento bajarán inevitablemente.
A continuación, les presentamos el video que resume el logro de SpaceX:
Imagen: SpaceX (vía Facebook).
Excelente, gran hazaña!, grande MUSK!
Excelente, gran hazaña!, grande MUSK!