El año pasado, los clientes de Amazon realizaron más de 36 millones de órdenes globalmente en Black Friday y en Cyber Monday. Por esta razón, para este año instalaron en 10 de sus bodegas los robots Kiva, que llevan de un lado al otro las estanterías y las ubican en un puesto específico, como informó Cnet. A diferencia de los seres humanos que deben caminar de un lugar al otro, gracias a los robots, esta actividad se realiza en cuestión de minutos. De esta forma, la tienda espera aumentar sus ventas.
Hay 15.000 robots en total y se han acoplado a la tecnología de almacenamiento de Amazon porque son fabricados por Kiva Systems, una empresa subsidiaria de la compañía. Los robots tienen sensores de movimiento que les permiten detectar los objetos que están en el camino. Y recorren distancias a una velocidad de 4,82 kilómetros por hora aproximadamente.
“Los robots son esenciales para suplir este tipo de demanda” afirmó Ken Goldberg, profesor de robótica de la Universidad de California (Berkeley).
Los productos que llegan a los almacenes de Amazon son descargados por empleados que descargan los paquetes de un camión y los ponen sobre una cinta transportadora. Otros trabajadores se encargan de abrir las cajas.
Después, ubican las cajas en carros que son llevados a otros trabajadores que clasifican los productos en los estantes que están organizados de acuerdo a un algoritmo. Los robots Kiva se encargan de recoger los estantes de productos y llevarlos a un empleado que toma los artículos y los empaca para su envío.
Los robots no se estrellan porque tienen sensores que se comunican entre sí. Si un robot falla, un ingeniero puede arreglarlo en un par de horas. Amazon trata de ubicar solamente 10 robots en cada uno de los pisos.
Según Cnet, una de las preguntas que genera este hecho es: ¿hasta qué punto el trabajo humano puede ser reemplazado por una máquina? Amazon afirmó que con la introducción de los robots Kiva no ha eliminado a ningún empleado. No obstante, no quiso indicar cuántos puestos de trabajo ha creado después de la llegada del robot.
Imagen: Robert Scoble (vía Flickr).